Abandonó a sus hijas para ir tras el sueño americano

– Hoy, Nancy se arrepiente de sus decisiones e implora que la deporten, que la lleven presa a su país para que pueda reencontrarse con sus hijas y sus familiares –

En una historia dolorosa, la migrante Nancy Janet Palma Barrera, originaria del municipio de Escuintla, Guatemala, decidió entregarse al Instituto Nacional de Migración (INM) para ser deportada después de abandonar a sus hijas en su intento por unirse a la segunda caravana que partió de Tapachula el pasado sábado.

A pesar del sufrimiento evidente en el rostro y brazos de Palma Barrera debido al intenso sol de la costa chiapaneca, los miembros de la caravana parecían indiferentes a su dolor y continuaron avanzando sin prestar atención a su desesperado llamado de ayuda.

“¡Ayuda, ayuda!”, imploraba la migrante guatemalteca mientras se arrodillaba en el caliente asfalto de la carretera, rompiendo en llanto.

Juan de Dios García Davish, de la agencia de noticias Quadratín Chiapas, le preguntó por qué ya no quería seguir adelante.

“Es muy duro, ya no aguanto. Hay muchos niños que vienen deshidratados, enfermos. Quiero que me deporten o que me lleven presa a mi país. Pero quiero estar con mis hijas. Con mi familia. Yo no podré conquistar el ‘sueño americano’, todo es muy cansado”, respondió la mujer con tristeza y dolor.

Con paso firme y determinación, Palma Barrera finalmente llegó hasta la caseta migratoria y se entregó a las autoridades mexicanas. Aunque sus ojos ya no lloraban, su corazón cargaba el peso de la difícil decisión que había tomado al dejar atrás a sus hijas en busca de una vida mejor. (Foto: Captura de video)