Psicopatía de un líder fracasado

Í N D I C E

Ruperto Portela Alvarado

LÓPEZ OBRADOR, EL YOYO; ÉL, SIEMPRE ÉL

La desgracia de tener un Prejimiente que se solaza a sí mismo ante la desgarradora desgracia que azota a Acapulco y sus municipios aledaños, representa una calamidad cuando fue rebasado por los acontecimientos del Huracán Otis y los destrozos causados por el meteoro en la ciudad del turismo.

La inercia del fracaso de un gobierno fallido, es el sello de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, el que, en vez de atender a los más de un millón de damnificados por el huracán, resuelve atacar a sus críticos y defenderse desde la conferencia mañanera, de quienes le recriminan su falta de sentido común, nula pericia para atender el desastre natural y ausencia del gobierno en la atención de los afectados.

Con su actitud frente a la desgracia de Acapulco y zonas aledañas que contabilizan decenas de fallecidos, LÓPEZ OBRADOR se solaza diciendo que “no nos fue tan mal; no tuvimos tantos muertos a pesar de la magnitud del huracán”; por lo que habría que decirle al Prejimiente que, un solo muerto es ya una tragedia. Y cómo siempre, él es la víctima; él es el principal actor del melodrama y él es el único que hace carroña de la gente en la desventura.

Esa es la máxima expresión de un psicópata que ve más por su imagen y popularidad que aplicarse en atender a los lastimados habitantes de Acapulco. El show del ridículo fue más allá de las vergüenzas que ha escenificado en los cinco años que lleva esta administración del fracaso.

Ir a la zona del desastre por tierra fue un error, pero eso es lo que quería el rey de la farándula: la lástima y victimizarse cuando se vio en el atolladero de que su vehículo se haya quedado atascado y tuviera que regresar a sus lujosos aposentos de Palacio Nacional, poniendo de paso, en risible situación, a los elementos del Ejército y la Marina que fueron objeto de memes y comentarios burlones.

Pero cómo lo suyo de LÓPEZ OBRADOR no es la estrategia, la gobernanza y el sentido común, desechó de tajo la solidaridad ofrecida por los empresarios, las organizaciones no gubernamentales y muchos mexicanos, ordenando que sólo los Marinos y elementos del Ejército sean quienes distribuyan los apoyos a los damnificados. Una forma de saludar con sombrero ajeno y etiquetar los paquetes de ayuda con el sello de la 4T, las casacas guinda de los Servidores de la Nación e inclusive en plena campaña electoral.

El hecho es que LÓPEZ OBRADOR fue rebasado por los acontecimientos y la sentencia está firmada: ¡la va a pagar en las elecciones!; ¡ni un voto a Morena y los candidatos de su alianza!, han dicho los acapulqueños que se dieron cuenta del desdén y abandono en que los dejó ante la magnitud de la desgracia ocasionadas por el Huracán Otis.

Porque, “un gobierno no se puede proclamar humanista cuando poco o nada le preocupa la desgracia de los demás; la educación, la salud, la alimentación, el empleo y la seguridad pública de los mexicanos” y tampoco cuando por intereses personales y económicos, ordenó a sus testaferros diputados y senadores de Morena y los parásitos partidos PVEM y PT, desaparecer el Fondo Nacional para la Atención a Desastres Naturales, FONDEN.

Las declaraciones desafortunadas del Prejimiente AMLO, son un collar de perlas negras que ha ido engarzando a través de su sexenio al que solo le quedan once meses de frustraciones. Porque “la pandemia le cayó como anillo al dedo”, mientras “tiene otros datos” para que “no me vengan con que la ley es la ley”. Pues, como dice una cosa, dice otra; se dice y desdice en la parafernalia de su lenguaraz vocabulario de peleador callejero que solo sus chairos, feligreses y defensores oficiosos le entienden o hacen como que le comprenden.

Lo del Huracán Otis y la desgracia causada en Acapulco, llama a la reflexión, solidaridad y conjunción de esfuerzos para salir adelante; sin ofensas, insultos, justificaciones y más fuego a la hoguera…

Se acabó el mecate… Y ES TODO…