Presupuesto 2024 y endeudamiento

PRESUPUESTO 2024 Y ENDEUDAMIENTO

Fernando Hinterholzer Diestel

Hace unos días, la Secretaría de Hacienda y Crédito del gobierno federal entregó a la Cámara de Diputados el paquete económico para 2024, el cual contiene los criterios generales de política económica, la iniciativa de Ley de Ingresos y su proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación. “De acuerdo con la iniciativa de Ley de Ingresos, en 2024 el gobierno federal espera contar con ingresos presupuestales por 7.3 billones de pesos, 21.3% del PIB, una cifra menor a la aprobada para 2023, principalmente debido a una disminución en los ingresos petroleros. Como proporción del PIB, esta recaudación sería similar a la observada en 2018”. Lo preocupante para ese último año del gobierno de la 4, es que el paquete económico para 2024 implica un aumento del déficit presupuestario de más de 500 mil millones de pesos con respecto al déficit aprobado en 2023, al pasar de mil 189 miles de millones de pesos a mil 693. Por su parte, los requerimientos financieros del sector público aumentarían de 4% aprobado en 2023 a 5.4% de PIB, una cifra récord en décadas. De hecho, este último presupuesto del gobierno obradorista rompe con la austeridad de los cinco años previos, y provoca suspicacias en las calificadoras crediticias y el medio bancario del país, califican ya a este presupuesto, como electoral, y advierten el peligro que se podría presentar en el año 2025, a la nueva administración federal.

En múltiples ocasiones escuchamos al presidente López Obrador declarar “orondamente” que en su gobierno no habría aumentos en el monto de la deuda, y algunos analistas siguen señalando “la disciplina fiscal” que supuestamente se ha visto durante estos años de su gobierno, pero todo cambiará el último año que electoral y primordial para la 4 T se perpetúe en el poder, en detrimento de la situación económica del país. La información presentada por SHCP en el paquete económico para 2024 dan muestra de un claro relajamiento fiscal que pondrá en aprietos a la siguiente administración, por decir lo menos. Es importante precisar que de los más de 9 billones de pesos que el gobierno gastara el próximo año, más de 19%, provendrán de deuda nueva, deuda que se contratará en 2024. Es el monto más alto de deuda a contratar por año por lo menos desde la época de Carlos Salinas. Pero la pregunta seria, el por qué proponen un nivel de endeudamiento público récord en el último año de su administración o un año electoral por si hiciera falta recordarlo. La Secretaría de Hacienda replica a los analistas financieros, justificando que el déficit era necesario para terminar las obras todavía inconclusas del ejecutivo.

Algunos funcionarios hacendarios y analistas financieros aducen, que este nivel de deuda es todavía tolerable para las finanzas del país. Sin embargo, proponer un déficit en 2024 prende las alarmas, no solamente porque se propone para un año en el que las estimaciones  del crecimiento económico no serán altas, y porque el incremento en dicho déficit no se aplicará a la inversión pública en infraestructura, ya que casi el 70 por ciento del aumento previsto en el déficit fiscal se destinará a gasto corriente, lo cual en términos de teoría económica, no constituye una práctica recomendable ya que no contribuye a incrementar el potencial económico. Y más aún, si existirá “un déficit primario”, lo que implicará que la recaudación fiscal no será suficiente para cubrir los gastos, incluso sin considerar el pago de intereses por la deuda. Finalmente, se está proponiendo un déficit en una etapa en que las tasas de interés serán más altas que el promedio histórico, lo cual puede complicar la sostenibilidad de la deuda en el mediano plazo. Los expertos sugieren, que hubiera sido mejor, que en vez de contraer deuda a tasas elevadas para financiar gasto corriente, “hubiese sido mejor contraer deuda en épocas de tasas bajas para construir infraestructura”.

La política adoptada en el Presupuesto 2024, vulnera el futuro económico del país, ya que el siguiente gobierno deberá, “y así se indica” en el paquete fiscal, implementar una reforma fiscal para reducir ese déficit en 2025. Pero qué pasaría si hubiera problemas en el ámbito global, supongamos que haya una recesión en Estados Unidos y que se replique en México. O que caigan abruptamente los precios internacionales del petróleo, que haría la administración federal, toda vez que los fondos para emergencias se los acabaron en los 5 primeros años del obradorismo, y como consecuencia no habría margen de maniobra para hacer frente a las contingencias. Nuestro déficit sería mayor, la deuda aumentaría exponencialmente y nuestro país quedaría en una situación muy vulnerable. Hay que prever siempre, y no hacer lo que Salinas, que dejo al gobierno de Zedillo, “una economía prendida de alfileres”, y cuando se lo quitaron se desato una de las peores crisis económicas de las que se tenga memoria.

Resulta muy contrastante, que la administración obradorista no se haya endeudado en tiempos de la pandemia, para apoyar a todos aquellos ciudadanos y empresas que se vieron afectados por los efectos de la crisis sanitaria; y sin curiosamente, hoy en día va a incrementar la deuda del país simple y llanamente para ganar las elecciones del próximo 2 de junio del 2024, “y les urge el dinero para fines electorales; por lo menos eso es lo que parece”. En el presupuesto, se contempla un crecimiento económico del 3.4%, el problema es que, si el crecimiento previsto no se da, tampoco se dará el incremento en los ingresos del gobierno y esto se desataría una crisis en las finanzas públicas. Se percibe, asimismo, la urgencia de impulsar una Reforma Fiscal en el 2024, que naturalmente no sucederá por ser un año electoral y los efectos de un voto de castigo por parte de la ciudadanía, y de esta forma, dejaran “la bronca fiscal” a la administración que llega, que se encontrara en una situación terriblemente complicada en materia de finanzas públicas.

De acuerdo a lo anterior, si las estimaciones de SHCP resultan acertadas, la crisis comenzaría en el 2025, gobernando Morena o el Frente Amplio. Esto conllevaría a la pérdida del grado de inversión del país, lo cual implicaría automáticamente un mayor costo del financiamiento para el gobierno, y para las empresas. Esta predicción no es una visión catastrófica para la economía mexicana, es una realidad derivada de acciones y decisiones tomadas por el gobierno en el pasado reciente, se gastaron los ahorros, no hubo apoyos para la economía durante la emergencia sanitaria,  incrementaron el déficit para el proceso electoral, se dejará un pasivo enorme en pensiones, se destinaran recursos millonarios a tres obras inútiles, que no redituaran absolutamente nada al gobierno y se cancelara los ingresos petroleros casi por completo. Así las cosas, en materia económica, se avecina la crisis perfecta para el 2025.

Los ejercicios presupuestales son generados en base a los intereses y los objetivos programados por las administraciones públicas. El presupuesto para el ejercicio 2024 muestra que el interés primordial de la 4T, no es apoyar a las víctimas, ni a mujeres, ni a los niños, mucho menos con los enfermos de cáncer. En pleno electoral por la presidencia de la República, el gobierno federal insiste en más militarización, menos ciudadanía y por supuesto, en el apoyo total de clientelas de sus programas sociales.

ES CUANTO

ADENDDUM: La violencia en la zona fronteriza de Chiapas es causada por la lucha entre cárteles, pero además por la complicidad y permisividad del gobierno obradorista, que buscará utilizar al crimen organizado en las elecciones del 2024, para ganar a toda costa.