– La extracción de su hábitat natural daña la naturaleza, altera los ecosistemas y puede transmitir enfermedades a otras especies, incluidos los seres humanos –
El Zoológico Miguel Álvarez del Toro (ZooMAT), bajo la supervisión de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural del Estado (Semahn), hizo un llamado a la sociedad para evitar la adquisición y tenencia de animales silvestres o exóticos como mascotas.
María del Rosario Bonifaz Alfonzo, titular de la Semahn, enfatizó que la compra y adopción de animales silvestres como mascotas se está volviendo cada vez más común, a pesar de que las casas, por más amplias que sean, no pueden proporcionar el entorno adecuado para satisfacer las necesidades de estas especies. Los animales silvestres tienen comportamientos naturales y necesidades específicas que no pueden ser satisfechas en un entorno doméstico.
La funcionaria advirtió que, si un animal silvestre es retirado de su hábitat natural y no está bajo el cuidado de profesionales, esto puede tener un impacto negativo en su salud, causando estrés, depresión y otras afecciones relacionadas con la falta de una alimentación adecuada y la carencia de un ambiente que se asemeje a su entorno natural.
Subrayó que la extracción de animales silvestres de su hábitat natural daña la naturaleza, altera los ecosistemas y puede resultar en la transmisión de enfermedades a otras especies, incluidos los seres humanos.
Hizo hincapié en que, si se encuentra un animal silvestre en necesidad de rescate o si alguien desea entregar una especie, en lugar de acudir al ZooMAT, es preferible llamar a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) al número de teléfono 961 140 3020, pues es la entidad competente para brindar la atención necesaria en el rescate y reubicación de especies.
En necesario mencionar que en México la tenencia y el comercio ilegal de especies silvestres constituyen un delito federal, sancionado con multas significativas y, en algunos casos, penas de cárcel. Por lo tanto, la advertencia de la Semahn busca no solo proteger a la biodiversidad sino también a los ciudadanos de posibles consecuencias legales.