– Ha permitido que los criminales operen con libertad y con la complacencia del gobierno, afirmó –
La intensificación de la disputa entre grupos criminales en Chiapas ha forzado a decenas de familias a abandonar sus hogares y buscar refugio en Guatemala. En respuesta a esta crisis, la Diócesis de Tapachula, encabezada por el obispo Jaime Calderón, emitió un comunicado condenando la violencia y atribuyéndola a las organizaciones delictivas dedicadas al narcotráfico.
El prelado señaló en su pronunciamiento que la presencia de cárteles de la droga en la sierra de Chiapas ha alterado profundamente la vida de los habitantes locales, quienes viven bajo constante amenaza, publicó el portal Infobae.
Acusó a la Guardia Nacional (GN) y al Ejército mexicano de ser cómplices aparentes de estas agrupaciones delictivas, lo que, según él, ha permitido que los cárteles operen con relativa libertad y con la complacencia de los gobiernos federal y estatal.
“La presencia permanente de los cárteles de la droga disputándose el territorio de la sierra, yendo y viniendo por todo el territorio ante la indiferencia y complicidad aparente de la Guardia Nacional y del Ejército mexicano con la complacencia de un Gobierno Federal y Estatal, ha cambiado del todo la vida de nuestros hermanos de la Sierra”, aseveró.
El comunicado también destacó que los habitantes de la región han sido “amedrentados, amenazados y obligados a participar como escudos humanos en los enfrentamientos de los cárteles de la droga”. El obispo describió la situación como desesperante, con los pobladores secuestrados en sus propias casas y sin protección efectiva por parte de las fuerzas de seguridad.
Calderón también mencionó que muchos pobladores han sido cooptados por las organizaciones criminales mediante promesas engañosas de una vida lujosa, lo que ha exacerbado la violencia en la entidad.
A pesar de las graves acusaciones, el obispo no especificó los nombres de los cárteles implicados ni detalló cómo se manifiesta la supuesta complicidad entre las fuerzas de seguridad y los grupos criminales. (Foto: Diócesis de Tapachula)