Chiapas agrarista vs migrante

ESTRUCTURAL

Fidel Yamasaki Maza

CHIAPAS AGRARISTA VS MIGRANTE

“Las organizaciones campesinas de Chiapas son radicales, la sobrevivencia de sus integrantes es lo que las mueve”

Germán Jiménez Gómez

En Chiapas, la génesis de la producción y el empleo es el sector primario de su economía. A pesar de contar con una abundante dotación de recursos naturales, la explotación que sustenta a la mayoría de las familias son las actividades agropecuarias y la tierra es el factor que moviliza a la población rural de Chiapas.

Por origen, Chiapas es agrarista y la tenencia de la tierra susceptible de explotación está en manos de ejidos y comunidades: más de las dos terceras partes y el restante tercio es propiedad privada. El carácter social de la tenencia de la tierra se expresa en cerca de tres mil núcleos agrarios de los cuales el 97% son ejidos y el restante 3%, comunidades agrarias.

La composición demográfica chiapaneca tiene, además, una tercera parte de población hablante de nueve idiomas autóctonos y su natural localización rural ha sido predominante. Otro aspecto por destacar del Chiapas fisiócrata, es mantener altas tasas de crecimiento anual en su población rural y la obtención del sustento familiar se traduce en intensa presión a la tierra cultivable y su entendible lucha por su posesión.

A partir de los 70 y más pronunciado en los 80 y 90, Chiapas vivió convulsiones de origen agrarista. Intensas manifestaciones de organizaciones campesinas que se multiplicaban en distintas regiones de la entidad y activismo de invasiones a propiedades privadas, marchas de protesta en la capital Tuxtla Gutiérrez y otras ciudades. Once organizaciones agrarias, todas con diversos matices de radicalismo como la CIOAC, OCEZ-CNPA, SOCAMA, UNORCA, ARIC, CEC, ALINCA y CNC, entre otras, tenían presencia en la entidad.

El episodio de mayor radicalismo agrario se gestó en la selva lacandona y sus cañadas en 1994, con la insurgencia zapatista del EZLN, lucha concentrada en población indígena y sus territorios aledaños. La negociación de la tregua entre las partes (EZLN y Gobierno) significó entrega de tierras a núcleos agrarios, pago de invasiones a predios privados y las demandas zapatistas plasmadas en los “Acuerdos de San Andrés Larráinzar”.

El impasse de la insurgencia zapatista para finales de los 90, se caracterizó en una pausa en la movilización agrarista, en particular en los territorios indígenas de la entidad. Se inició entonces un movimiento demográfico silencioso, poco estudiado en Chiapas: la migración laboral a Norteamérica.

Para el año 2000, Chiapas ocupaba el lugar número 31 (Antepenúltimo) en el Índice de Intensidad Migratoria del país. Los chiapanecos no migraban en busca de trabajo hacia los Estados Unidos y Canadá, a diferencia de sus vecinos oaxaqueños y centroamericanos. En el año 2003, comienza a ser visible la migración laboral chiapaneca y se manifiesta con el envío de remesas por 4 mil 600 millones de pesos y la entidad incrementa su Índice de Intensidad Migratoria al lugar 25, siendo en el año 2022, la posición 21 en el ranking nacional.

Por su parte, la matrícula consular nos dice que más de 16 mil chiapanecos laboran en los estados americanos de Florida, California, Texas, North Carolina y Georgia, entre otros.

Hoy, Chiapas ocupa el sexto lugar de las entidades de México en recibir remesas y en el año 2022 se recibieron 63 mil 200 millones de pesos, esto es 173 millones de pesos diarios por remesas. La expansión de las remesas de 2003 al 2022, fue de trece veces más.

El impacto de estos recursos en el “Valor Agregado Bruto”, esto es en la creación de recursos en efectivo es de 15% de lo que produce la economía chiapaneca y ocupa el tercer lugar de las entidades con alta dependencia o contribución a la riqueza estatal. El municipio de San Cristóbal de Las Casas es el cuarto municipio que recibe más remesas del país y recibió 10 mil 820 millones de remesas el año pasado, lo que significa 29.6 millones de pesos diarios y contribuye con casi una quinta parte del total estatal.

Chiapas redujo su activismo agrario. La lucha por un predio para sobrevivir se sustituyó por migrar laboralmente a Norteamérica y enviar remesas a las familias residentes en las regiones indígenas. El Chiapas Migrante le ganó al Chiapas Agrarista.

@Chamulay