VIOLENCIA HACIA LOS MAESTROS
Carlos Hiram Culebro Sosa*
La violencia hacia los maestros se manifiesta en forma de apodos, insultos, desobediencia, acosos infundados, entre otras varias modalidades.
En una investigación realizada en la Unión Americana se encontró que las principales causas de la deserción docente son el descontento con el manejo de la disciplina y el bajo salario.
Como los casos de acoso sexual son difíciles de comprobar en algunos centros educativos, si el acusado no es personal de base, es más práctico contratar a otra persona más adelante que indagar si se cometió ese delito.
En aquellos centros en que los profesores son evaluados al término de cada período escolar, para valorar si son recontratados en el siguiente ciclo, hay ocasiones en que los estudiantes se ponen de acuerdo para asignar un bajo puntaje a algún docente, independientemente de su capacidad para enseñar.
También se dan casos de catedráticos que son violentados por familiares de los educandos, por algún integrante del personal administrativo e incluso por algún compañero de la institución en que laboran.
En un centro educativo de Tuxtla Gutiérrez, después de aplicar en fecha reciente una encuesta sobre violencia escolar, un trabajador administrativo reportó malos tratos por parte de los familiares de una alumna.
En la década de los ´70 el suscrito colaboró en una preparatoria particular de la CDMX, considerada en aquel entonces como la más cara de América Latina. Los alumnos trataban mal a sus maestros, acostumbraban llegar tarde y no hacer tareas; se sentían respaldados por sus padres, quienes ocupaban altos cargos en la administración pública, la industria o la banca. Se obtuvieron resultados asombrosos al aplicar la técnica conductista denominada “economía de fichas”.
Como hay poca información sobre el tema que se expone, en casi todos los niveles del sistema educativo, es deseable que las nuevas autoridades educativas, estatales y nacionales, atiendan este fenómeno. Aplicar una encuesta puede ser un inicio para conocer la magnitud y otras características de la violencia hacia los docentes.
El deseo de escribir este texto surgió a raíz de que un miembro del cuerpo docente que labora en el Instituto Superior de Estudios de Enfermería del Estado de Chiapas (ISEEECH) sorprendió a un colegial que la calificación parcial de 6 que le había otorgado, la transformó en un 8. Al poner en evidencia esta irregularidad, que hizo de manera discreta con el infractor, éste desarrolló una campaña entre sus compañeros de clase para acusar que ese educador no explicaba bien los temas que exponía, lo que no tuvo éxito, seguramente por el buen desempeño del maestro.
* Catedrático del ISEEECH