A ESTRIBOR
JUAN CARLOS CAL Y MAYOR
RUDIMENTARIOS
No hay otra palabra. No tenía ninguna razón la dirigencia de Morena de hacerle una grosería al candidato propuesto por su aliado el Partido del Trabajo en la persona de Roberto Albores Gleason. Si se considera el mismo criterio que el proceso seguido a nivel nacional donde el PT propuso a Noroña y el Partido Verde a Manuel Velasco (sus aliados) no tendrían por qué haberlo excluido sin explicación alguna y de última hora.
Como el propio Roberto explicó en un video difundido en redes, primero lo convocaron a una reunión para conocer los resultados de la encuesta de conocimiento y tres horas después, ya en el lugar de la cita, lo dejaron ahí varado, saludando a los otros participantes que acudieron a la cita. La difusión de los resultados fue en privado y la lista donde no fue incluido sin saber por qué fue publicada unas horas después.
DERROCHE
Se supone que Roberto, al igual que los demás aspirantes cumplió con los requisitos de la convocatoria, aunque cabe decir, no todos las han respetado, ni las respetaron a nivel nacional. Las convocatorias respectivas establecieron que nada de excesos en propaganda. El propio López Obrador conminó a los aspirantes a nivel nacional, aunque hasta un año después de las acusaciones, que el derroche en ese tipo de publicidad y esa estrategia ya no funciona para posicionarse entre la población. “Ojalá y no lo hagan, que no hagan lo mismo que los conservadores…” pidió…
SIN REGLAS
Es el caso del galeno que dirige la secretaría de Salud cuyo despliegue propagandístico no tiene precedentes en nuestra entidad. Pasó de ser un absoluto desconocido y quizá solo identificado por el exabrupto de decir “que quedan medio chafiretes” los contagiados por Covid, a aparecer hasta en la sopa. Ha sido señalado por eso, entre otros, por la diputada Patricia Armendáriz, quien exigió su renuncia y erogar sus gastos con sus propios recursos.
A nada de ello ha respondido la dirigencia de Morena solapando con ello el que se rompa un principio básico democrático como lo es la equidad. Se pasa del desacato a la burla de la propia convocatoria. No es tan así el caso de los demás aspirantes con más trayectoria y reconocimiento por sus propias actividades. Y aun así hay que distinguir: No es lo mismo estar posicionado, que tener buena aceptación y todo apunta que es el caso. El asunto es que se quieren meter a chaleco y nada parece afectar.
DERECHOS POLÍTICOS
Volviendo al caso de Roberto, habrá que decir que le asiste la razón y sin duda se violan sus derechos políticos. Los partidos políticos son entidades de interés público sujetas a la ley y se sostienen con las prerrogativas que se otorgan con dineros públicos. No puede actuar como si fueran caporales de un rancho, haciendo su santa voluntad. Según encuestas de Mitofsky no precisamente oficiales, Roberto contaba con suficiente respaldo de opinión para meterse a la pelea. Ya veremos qué decisión toma al respecto. Sobre todo, habiendo consumado la decisión de renunciar primero al PRI y luego sumarse al PT.´
LO RESCATABLE
Lo rescatable de la decisión de Morena es que incluyó a actores relevantes que no podían quedar fuera como es el caso del Senador Eduardo Ramírez que tiene años trabajando para consolidar una legítima aspiración y Carlos Morales que además de trayectoria tiene un amplio reconocimiento por su desempeño como alcalde de la capital.
¿PARIDAD O RENTABILIDAD?
Al final todos los aspirantes están en su derecho como es el caso de las damas entre las que podría salir una beneficiada por el criterio de paridad. Es un asunto que tiene hecho bolas a Mario Delgado que no encuentra la manera de acomodar las fichas. Con una oposición autonulificada casi cualquiera podría ganar la elección si va por el partido oficial, sólo que Chiapas representa votos importantes para la sumatoria en la elección federal y ahí una buena selección podría marcar la diferencia entre solo ganar y obtener por mucho mejores resultados.
GUERRA INÚTIL
De pronto lo que observamos es una inútil guerra sucia, que no es novedad, en la que circula información y el chismorreo en redes sociales tratando de buscar el descrédito de los aspirantes. Esfuerzo inoficioso porque difícilmente podría tener mayor impacto en las susodichas encuestas de reconocimiento y aceptación. De pronto meterán toda la carne al asador y lo que hay que esperar es que los resultados resulten creíbles para que haya legitimidad y le vaya mejor a Chiapas. Ya después vendrán las propuestas y proyectos y en eso la ciudadanía tiene que estar alerta para ser participante. Chiapas merece un mejor destino.