– La madrugada de este lunes, un grupo denominado “Los fantasmas del Caribe” reanudó su marcha de Mapastepec a Pijijiapan en donde esperan llegar y pernoctar –
Pijijiapan.- Sin agua ni comida, enfermos y con llagas en los pies, un poco más de diez mil migrantes avanzan del sur a la frontera de Estados Unidos, luego de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador abrió las puertas al flujo masivo de extranjeros.
Tan solo esta madrugada, unos mil migrantes que conforman la caravana autodenominada “Los fantasmas del Caribe” reanudaron su marcha de Mapastepec a Pijijiapan en donde esperan llegar y pernoctar para posteriormente cruzar a territorio oaxaqueño.
Tras bloquear la carretera por más de 30 horas, casi medio millar de migrantes de grupos vulnerables aceptaron el apoyo del Instituto Nacional de Migración, pero una gran mayoría decidió continuar su viaje en la caravana.
El líder de la organización humanitaria Pueblos Sin Fronteras, Irineo Mújica Arzate dijo que no entiende la política migratoria de López Obrador: “Están aparentando que los contienen, pero, en realidad los están dejando transitar libremente. Están presionando para sacarle dinero a Estados Unidos. Se están confabulando con Venezuela, Nicaragua, Cuba y Haití para obtener beneficios”.
La caravana que partió el pasado 30 de octubre que organizó Pueblos Sin Fronteras permitió quitar el tapón de seguridad que montaron para mantener retenidos a miles de extranjeros en Tapachula.
– ¿Por qué Los Fantasmas del Caribe?
– “El gobierno no los ve, pero todo el mundo sabe que aquí van en busca del sueño americano caminando bajo condiciones inhumanas, sin agua, comida, enfermos y con llagas en los pies. Los otros miles de migrantes vienen caminando por toda la carretera costera, no vienen con nosotros, pero vienen en grupos grandes y pequeños sufriendo”, declaró.
Adelante y atrás de “Los Fantasmas del Caribe” se observa la movilización de centenares y centenares de africanos, cubanos, haitianos y hasta chinos quienes cargan a la cabeza pesados bultos de ropa y frazadas para protegerse de las noches de frío, algunos con los pies desnudos parecen flotar en el caliente pavimento de la carretera costera de Chiapas.
El sol rebasa los 40 grados de temperatura, pero eso parece no importar a los migrantes que ya sin miedo pasan frente a los retenes del INM y la Guardia Nacional sin que sean detenidos. (Fuente: María de Jesús Peters. Foto: María de Jesús Peters)