– Familias enteras permanecen sin alimentos ni agua, tampoco un sitio adecuado para dormir, lo que comienza a generar el deterioro en la salud de los migrantes –
Tapachula.- Al menos 300 migrantes, la mayoría venezolanos, improvisaron un campamento a orillas del río Suchiate, en la frontera entre México y Guatemala, en donde llevan cuatro días en espera de atención por parte del Instituto Nacional de Migración (INM).
Otro centenar de migrantes decidió caminar por la carretera que conduce de Ciudad Hidalgo a Tapachula ante la desesperación de no ser atendidos ni procesados por el INM en el paso El Coyote, donde desde hace más de un año opera un módulo de recepción para migrantes.
En el punto de cruce internacional, familias enteras permanecen sin alimentos ni agua, tampoco un sitio adecuado para dormir, lo que comienza a generar el deterioro en la salud de los migrantes.
Gladys Arteaga, ciudadana venezolana que viaja con sus dos hijos y esposo, contó a Latinus que cruzó de Guatemala a Chiapas el pasado 26 de enero y pidió ser canalizada junto con su familia por el departamento de migración, pero no le hicieron caso.
“Yo estoy en la lista 18, por cada lista hay unas 40 familias, entonces imagínese, si no han llegado siquiera a la lista seis, cuánto falta para que pasemos; esto es desesperante porque parece que lo hacen a propósito para que nos desesperemos y nos vayamos”, explicó.
Dijo que todo alimento o bebida la tienen que comprar a precios altos porque los comerciantes de la zona se aprovechan de su necesidad, aunado a que sufren discriminación por parte del INM.
Latinus quiso indagar sobre la demora de los agentes migratorios en este punto de inspección, pero elementos de la Guardia Nacional señalaron que se trataba de una zona de cuidado federal y estaban restringidas las preguntas a los oficiales. (Fuente: Latinus. Foto: Eduardo Torres)