– “Para que nos escuchen y primeramente Dios abra puertas. Hemos pasado hambre, cansancio y la familia con la pobreza”, exclamó uno de los extranjeros –
Nueve miembros de la caravana de migrantes que actualmente se encuentra en Chiapas tomaron una medida drástica para llamar la atención sobre su difícil situación. Siete hombres y dos mujeres se cosieron los labios en protesta por la falta de atención del gobierno federal y la ausencia de permisos de tránsito que les permitirían avanzar hacia la frontera con Estados Unidos.
Entre los migrantes, el hondureño Uriel Valladares expresó su desesperación debido al hambre, el cansancio y las dificultades que han enfrentado durante su viaje. Valladares, uno de los que se suturó la boca, declaró: “Para que nos escuchen y primeramente Dios abra puertas. Hemos pasado hambre, cansancio y la familia con la pobreza”.
El contingente decidió posponer su marcha durante un día, permaneciendo en Huixtla, mientras esperan una respuesta del gobierno y buscan descansar. La protesta busca que las autoridades otorguen permisos de tránsito y brinden la asistencia necesaria a los migrantes que buscan una vida mejor en Estados Unidos.
La caravana instó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) a intervenir ante las autoridades federales y abogar por los derechos de los migrantes. La organización Pueblo Sin Fronteras también pidió que se regularice la situación de los migrantes a través de “Fórmulas Migratorias Múltiples” que permitan a las personas continuar su travesía de manera segura.
Irineo Mújica, activista involucrado en la causa, destacó que muchas de las personas en la caravana son mujeres y niños que requieren atención especial debido a las dificultades que han enfrentado en su viaje. Según Mújica, los países de Centro y Sudamérica han permitido el paso de la caravana, pero México ha sido una excepción en este sentido. (Fotos: María de Jesús Peters/Quadratín Chiapas)