La marioneta “Morionet” se roba miradas con sus pinturas 

    • El nombre de Morionet surgió gracias a un compuesto de dos palabras

México.- El artista Victor Ariosa y “Morionet” se roban las miradas de muchos con los cuadros hechos a pintura y pincel por la marioneta en Coyoacán.

“Hijo, llevas ahí sentado 20 minutos, ya vámonos, ¿no estás cansado de estar todo el día en la calle?, porque tu mamá y yo sí”, se escuchó que dijo un hombre que vestía un conjunto cómodo de color gris mientras el sol se reflejaba en su cabeza calva a la hora de agacharse para acercarse a su hijo, quien miraba atentamente hacia enfrente donde se encontraba la marioneta “Morionet” pintando sobre su lienzo una calaca muy colorida.

“Ahorita papá, aún no termina su cuadro, ¿qué no ves lo que está haciendo?”, respondió el pequeño de cabello obscuro y ojos negros que observaba sorprendido y sonriente a través de la pantalla de su celular, al que sostuvo con sus dos manos y como olvidar sus deditos que se marcaban de blanco en el área de las uñas por la presión que hacía para evitar que el dispositivo se le moviera y se perdiera algún detalle de la magia que estaba experimentando.

El encargado de darle vida a “Morionet es el titiritero Cubano Victor Ariosa, quien llegó al Jardín del Arte, frente al mercado de Coyoacán gracias a una gira de teatro en la que participó como pasante, sin embargo, desde hace siete meses tomó la decisión de deleitar a los espectadores capitalinos con este performance en el que pinta a través de su marioneta mientras la música, las sonrisas y los aplausos lo envuelven.

“Con este performance he tenido muchas experiencias con los niños, me han regalado dibujos de la marioneta y demás cosas. Es el público más impresionante porque se tiene que detener a ver que está sucediendo, son la magia”, dijo Ariosa en entrevista mientras sonreía al ver a su público.

El nombre de Morionet surgió gracias a un compuesto de dos palabras, la primera es “marioneta” y la segunda vino inspirada de varios pintores como Monet.

Entre trazos únicos, pinceles y pinturas de colores, Ariosa se roba la atención de las personas, quienes al ver sus cuadros sobre los lienzos no dudan ni un segundo en depositarle en una canastita de mimbre sus propinas que van desde monedas hasta billetes.

“Gracias por este momento, es magnificó, qué bonita manera de pintar”, le dicen mientras suena “chaz” al caer el dinero, para después Morionet con su mano en la que sostiene el pincel les haga un gesto de agradecimiento.

“Realmente yo no pinto, lo hago, pero a través de la marioneta, pero yo como tal no lo puedo hacer, no me sale como ella, está muy loco. Yo creo que es cuestión de la perspectiva y por acostumbrarme a hacerlo de esa manera, como no lo hago de la manera normal, pues por eso, aquí pintó al revés, así sale este proceso, si lo hago yo no sale”, expresó mientras soltó una pequeña risa.

La magia de Victor ocurre detrás de un escenario de aluminio y acrílico que simula la fachada de una casa con colores vivos en los que el amarillo, el azul y morado crean una combinación interesante para darle vida a este performance. 

El artista tiene que estar todo el tiempo de pie para poder jalar los hilos de “Morionet” y así hacerlo bailar y a la vez mojar el pincel en las pinturas para explotar su creatividad en el lienzo.

Ariosa tienes que pintar desde una perspectiva, algo complicada para muchos, él mira desde arriba del escenario, lo que hace que pinte al revés y tenga que coordinar de una manera muy exacta.

Explicó que la habilidad de coordinación para manejar a la marioneta y realizar pinturas la desarrolló con la práctica constante, 

“Empecé con esto en enero del 2021, haciéndolo todos los días y me he dado cuenta del cambio, ha evolucionado, es de práctica y práctica”.

Pasan los minutos y el titiritero observa desde arriba para ver cuanta gente se ha acumulado para mirar su show, completamente en silencio y sin decir ni una palabra, selecciona continuamente las canciones que lo acompañaran para terminar cada una de sus obras. 

El ritmo se ve que lo trae en todo el cuerpo, meneando sus pies, rodillas, brazos y hombros al compás de la pieza musical, pero ¡oh!, esperen… también lo está haciendo “Morionet” al mismo tiempo, es como si fueran uno mismo.

El titiritero consideró que la conexión que tiene con “Morionet” es mutua.

“El títere es manipulado, pero también me mueve a mí en el hecho de que tenemos que estar muy coordinados para que todo fluya, lo que él hace lo hago yo y lo que yo hago lo hace él”.

Mientras continúa pintando junto a su marioneta la serie que preparó con motivo del Día de Muertos durante el mes de noviembre, el también artista plástico de la Habana reveló que está viviendo un choque cultural enorme porque aquí a los muertos se les festeja y en Cuba es algo muy tradicional.

Tras una hora de pintar sin parar, “Morionet” y Victor decidieron tomar un breve descanso, pero el niño de al inicio, ese que miraba impresionado y con ilusión en todo momento, no se quería ir aún viendo que las personas de su alrededor iban y venían.

“Hijo, ya vámonos, ya llevas un montón tiempo, ahí tenemos mucho calor, ¿te quedarás ahí hasta que acabe de verdad?, para eso faltan horas, dijo su padre suplicándole mientras las arrugas de la frente se le marcaban y fruncía la boca.

“No me voy a ir papá, ya casi acaba, además sigo grabando ¿ok?”, contestó el pequeño a la brevedad. 

“No, no, no ya vámonos, tenemos cosas que hacer tómale una foto y ya ándale”, el niño ante las indicaciones en tono molesto de su padre, con cara triste, se paró, se acercó a “Morionet” y su álbum de pinturas para tomar la fotografía.

Con información de 24 Horas

Foto: Especial