La guerra en oriente medio

LA GUERRA EN ORIENTE MEDIO

Fernando Hinterholzer Diestel

Las guerras y conflictos regionales han proliferado en la segunda década de este siglo, ahora, con el imprevisto ataque del grupo terrorista Hamás a Israel, las expectativas eran opuestas semanas antes del ataque, ya se vislumbraba una negociación entre Israel y Arabia Saudita empujada por el gobierno estadounidense, pero ahora el medio oriente, se ha convertido en un escenario de guerra. Esta guerra ha puesto de manifiesto nuevamente, la debilidad del sistema internacional de paz, y sus efectos sobre los países emergentes, en un planeta sumergido en la anarquía global, que ha provocado procesos migratorios crecientes, hombres, mujeres y niños solicitando refugio seguro contra el conflicto, el cambio climático, y de la falta de elementos básicos para subsistir. El nuevo episodio de guerra entre el grupo terrorista Hamás, que controla la franja de Gaza desde 2007, e Israel, está contribuyendo a un cambio profundo de las relaciones internacionales que comenzó a detonarse, apresuradamente, desde hace más de un año con el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania. El conflicto entre Israel y Palestina es un problema subsistente desde el año de 1947, cuando las potencias ganadoras de la Gran Guerra Mundial decidieron unilateralmente, que el Estado de Israel fuera fundado en “la ancestral tierra prometida del pueblo judío”. Desde ese momento, hubo varios planteamientos para entregarles una región territorial, que se formara a partir de una nación únicamente judía, Israel y otra únicamente árabe esto es Palestina o la integración de un pueblo pluriétnico que reconociera a varios grupos entre los que se encontraran los judíos y los musulmanes. Sin embargo, y gracias al apoyo de los ingleses, las negociaciones determinaron que prevaleciera la primera de las dos alternativas.

Desde esos tiempos hasta la actualidad, han venido ocurriendo guerras por el territorio que era de Palestina, lo que ha provocado cruentas y violentas acciones bélicas por parte de los países que tienen fronteras con los israelíes (Líbano y Siria) y por grupos palestinos que se sintieron despojados de sus tierras a partir del establecimiento del Estado Judío, mismos que decidieron organizar a grupos extremistas con el objeto de imponer su visión de las cosas, utilizando como medio la violencia. Jamás desde 1948, año de su fundación, había sufrido Israel un ataque tan sorpresivo y violento en sus propias fronteras. El ataque de Hamás empezó con el lanzamiento de cohetes desde el territorio conocido como la Franja de Gaza en el sur de Israel. De manera paralela, el grupo terrorista palestino disparo drones artillados con infantería a través de la frontera de la franja, masacrando a la población civil, a los kibutz y a puestos de control militar. De acuerdo a informes del New York Times, “el saldo de la guerra es devastador: Mil 300 muertos en Israel; 2 mil 215 palestinos muertos en bombardeos, entre ellos 724 niños y 458 mujeres; 8 mil 714 palestinos heridos, incluidos 2 mil 450 niños y mil 536 mujeres; 3 mil 268 israelíes heridos y 348 de ellos reportados como graves; un millón de desplazados en la Franja de Gaza (reporta la ONU) y 120 rehenes tomados por Hamás desde el pasado 7 de octubre”. Israel va con todo su poderío que tiene e invadirá la franja de Gaza en estos próximos días. Buscan asestar un golpe mortal al grupo terrorista, enviando un mensaje a todos sus enemigos (Irán, Rusia). Israel justificadamente se encuentra en un verdadero estado de guerra, no simplemente en otra ronda más de intercambio de golpes con Hamás. Veremos en estos días cómo enfrentan Israel y Estados Unidos el desafío de los rehenes. Se trata de un dilema sin solución.

La guerra entre Hamás e Israel es un tema que debe preocupar a México, los alcances que en materia económica, política y diplomáticas llegaran a nuestro país de diversas formas (el aumento del precio del petróleo, aumentara el precio de las gasolinas que importamos). La declaración del presidente López Obrador sobre este conflicto ha propiciado críticas diversas y malestar en la comunidad mundial y al interior del país, “y es fundamental que México mantenga una política exterior basada en principios de paz, respeto a los derechos humanos y compromiso con la estabilidad internacional”. El cese a las hostilidades en Medio Oriente debe ser un objetivo, que apoyen todos en la comunidad internacional y nuestro país tiene un relevante papel en la búsqueda de dicha paz, pero jamás respaldando a través de una supuesta neutralidad, “los actos de terror y de barbarie”.

La muy rápida y efectiva respuesta del gobierno federal, para evacuar a cientos de mexicanos varados en Israel, palidece con la indolencia del gobierno obradorista ante los miles desaparecidos en los cinco años de su gobierno, o ante los más de 170 mil asesinatos, el dominio sobre control territorial que ejercen los carteles del crimen organizado en todas las entidades del país, esto aunado a la grave crisis migratoria que terminará por estallar en cualquier momento. Muchos mexicanos nos preguntamos, qué acciones realiza el gobierno federal para proteger la vida de esas familias que están en la zona de peligro en manos de la delincuencia organizada dentro de nuestro territorio, y la verdad no hace nada. ES CUANTO

ADENDDUM: el gobierno pierde el control de Chiapas, un estado que hasta hace unos años no tenía niveles de inseguridad tan graves. Se ha prácticamente perdido ante el crimen organizado el estado de Guerrero, donde los carteles han creado una economía paralela en su beneficio, aterrorizando a productores, comerciantes y transportistas. Que más nos depara a los mexicanos esta guerra contra el crimen organizado.