Indígenas desalojados piden apoyo al párroco Marcelo, en San Cristóbal

    • Durante el desalojo fueron maltratados los indígenas que estaban posesionados en el predio San Vicente

Luego del operativo sorpresa que se llevó a cabo el pasado jueves 14 de diciembre, por el grupo interinstitucional conformado por el ejército mexicano, guardia nacional, policía estatal y municipal, donde desalojaron a más de 300 personas que estaban posesionados de manera ilegal en un predio de 14 hectáreas en San Vicente, ubicada en la zona oriente de san Cristóbal de Las Casas, pidieron apoyo al párroco de la Iglesia de Guadalupe, para buscar una solución a este problema.

Al respecto, Lorena Chávez, quien se presentó como Defensor de Derechos Humanos no gubernamentales, dijo ante el párroco Marcelo Pérez Pérez, que, durante el desalojo fueron maltratados los indígenas que estaban posesionados en el predio san Vicente, y como defensora les brindó apoyo a los desalojados.

“Tengo una relación de los desalojados, y en total son: 139 mujeres, 77 hombres y 90 niños desplazados, al momento buscaron un refugio y lo primero que hicieron se fueron a mi domicilio y algunos estaban lastimados, los niños muchos de ellos lloraban porque estaban llenos de miedo, se les atendió con comida y con medicamentos, hasta el momento hay muchas personas que todavía no se han puesto en contacto y muchos de ellos se fueron a vivir con sus familiares y temen por sus vidas y por sus seguridad”, señaló.

Mientras uno de ellos representantes de los desplazados señaló que algunos fueron golpeados a mujeres hombres y hombres, “pues la verdad ahorita no contamos con nada, pedimos el apoyo de la gente con algo de cobija, comida, leche, pañales, frijoles, arroz es lo que necesitamos ahorita por esta temporada de frío, ahorita estamos en una solución difícil porque nos quedamos sin nada”.

El párroco Marcelo Pérez, dijo que no hubo ningún diálogo y que los problemas se deben de dialogar y también debe de haber un protocolo para resolver los problemas, “los problemas se resuelven dialogando, no reprimiendo, pero nunca por la vía de la violencia, sino que dialogando”.

“Invitamos a que se retomen el diálogo, y hay que ayudar hermanas y hermanos, que Dios los bendiga a todos y pensemos en Jesús que fue perseguido por Herodes y hoy se repite nuevamente como Herodes, pero hay que resolver los problemas dialogando, sin violencia”.

Con información de Gilberto Luna/Ultimátum