El recule de doña Beatriz

EL RECULE DE DOÑA BEATRIZ

Alfonso Grajales

¡Uf, uf y recontra uf! Esto ya no es ironía, es circo. La mismísima Beatriz Gutiérrez Müller, la que exigía al Rey de España que pidiera perdón por la Conquista, ahora anda haciendo fila para que le den la ciudadanía española.

Según el diario ABC, la exprimera dama de México ya inició su trámite. Sí, la misma que ayudó a redactar la cartita con la que AMLO se puso al brinco en 2019, exigiéndole al Rey Felipe VI que se disculpara por lo que hicieron sus tatarabuelos hace quinientos años. 

Ahora, la doña quiere pasaporte español. Y para eso, tendrá que jurarle lealtad al mismo monarca que antes mandó al banquillo de los acusados. ¿En serio?

Dicen que lo hace porque planea actividades académicas en Europa. La verdad, no lo sé. Pero lo que sí sé es que esto huele más a conveniencia que a vocación. Porque cuando estaba en Palacio, España era el villano histórico, pero ahora que se acabó el sexenio y se apagaron los reflectores, resulta que Europa ya no es tan malvada.

¿Y la dignidad nacional? Bien, gracias. Lo que no pudieron siglos de historia, lo logró una ventanilla de extranjería. La señora busca acogerse a la Ley de Memoria Democrática porque, según ABC, tiene abuelos catalanes y castellanos. 

¡Qué chingón! O sea, después de armar pancho con medio cuerpo diplomático, ahora quiere que la adopten.

Pero ahí no acaba la cosa. Las fuentes diplomáticas que filtraron el argüende dicen que si quiere su pasaporte español, va a tener que reconocer la autoridad del mismísimo Rey. El mismo al que le exigió que pidiera disculpas por Hernán Cortés. El colmo.

Esto no es solo un trámite. Es una vuelta olímpica. Una cachetada con guante blanco, pero al revés: ella se la da a México. Porque mientras aquí seguimos comiéndonos el discurso de primero los pobres, doña Bety se prepara para mudarse al Viejo Continente con su sangre europea recién desempolvada.

¿Y los que creyeron en la transformación? Pues ahora sí que sin Yolanda, Maricarmen. La señora se va, pero no por necesidad. Se va porque puede y quiere. Porque los de arriba siempre tienen un plan B. Un segundo pasaporte. Una cátedra y hasta un departamentito en Madrid.

Mientras acá seguimos pagando la tortilla a 25, el jitomate a 70 y la gasolina a precio de whisky. Pero tranquilo, que la Cuarta Transformación ya cumplió su misión: dividirnos, saturarnos de discursos y mandar a sus protagonistas al extranjero.

Y ahora sí, a esperar que la exprimera dama jure lealtad al Rey Felipe VI, mientras en México seguimos esperando que alguien, aunque sea por error, nos pida una disculpa a nosotros.

Así la coherencia. Así el honor. Así el pinche descaro.

Nos leemos pronto.

ESPINACAS

Por Popeye

Renegó del rey con harto drama,

y ahora le pide pasaporte la dama.

Tanta bandera, tanto valor…

pa’ acabar adulando al opresor.

¡Seco el elotazo…!