Controversia por fraude contra empresario ganadero

CONTROVERSIA POR FRAUDE CONTRA EMPRESARIO GANADERO

Silvano Bautista lbarias

La semana pasada en conferencia de prensa, el señor Jaime Darío Mantecón Vázquez, relató la trama delictiva mediante la cual su hermano, el abogado José Manuel Mantecón Vázquez, y su padre, Jaime Mantecón Álvarez, pretenden despojarlo de lo que en derecho le corresponde como socio legalmente constituido de la Sociedad de Producción Villacarriedo.

Como respuesta y en redes sociales, su hermano, el abogado José Manuel Mantecón Vázquez hace una puntual relatoría de su vida profesional señalando que “Dice el señor Jaime Darío Mantecón Vázquez, que yo en mi vida profesional me he conducido indebidamente. He tenido una trayectoria profesional de 25 años, durante los cuales he pertenecido al Poder Judicial federal, Poder Judicial del Estado de Chiapas, donde en 3 ocasiones fui Magistrado, así como en la entonces Procuraduría General de la Republica. Trayectoria en donde nunca tuve señalamiento alguno. Pero en ese mismo comentario y al referirse a su hermano destaca amenaza como un valentón “Me encantaría que ese señalamiento lo hubiera hecho en persona, como deben hablar los hombres, pero optó por la cobardía de un micrófono, aunque ya habrá oportunidad de encontrarnos», sentencia el jurisconsulto, olvidándose que las amenazas también constituyen un delito.

En otro texto, firmado presuntamente por su padre, el empresario ganadero Jaime Mantecón Álvarez, afirma y tácitamente reconoce que, confundiendo evidentemente las determinaciones que se podrían tomar en un testamento y las que lo obliga la constitución política por conducto de los códigos, las leyes y reglamentos que rigen las vías penales y civiles. En este texto el empresario Don Jaime Mantecón Álvarez, dice “Efectivamente separé de mi empresa a Jaime. Lo separé por inepto deshonesto e ingrato.

Siempre he tenido y tengo el dominio legal sobre los bienes y las participaciones sociales de mis donatarios.

Tengo 81 años y seguramente pronto el Creador me llamará. Mi vida es pública y la de Jaime también. Es claro quién es quién cada uno. Sobre el patrimonio que voy a heredar tengo el derecho de hacer la lista que va a recibirlo de la manera que yo quiera. En esa lista no está Jaime. Tiene razón en estar molesto, pero es mi derecho. Sobre su hija de 12 años el día que me busque me va a encontrar, pero no acepto de ninguna manera la intervención de sus padres. Será entre la niña y yo directamente.

Jaime desapareció bienes de la empresa durante mucho tiempo. Tengo muchos testigos de eso. Estoy pensando si hago una demanda penal. Para mí lo que se robó ojalá lo haya aprovechado muy bien.

Le ofrecí entregarle un rancho de 320 hectáreas en Mapastepec con 300 vacas y lo rechazó. Esa oferta ya no es viable. La retiré y ya no hay otra propuesta. También rechazó ofertas de trabajo de primer nivel en las agencias de automóviles de mi familia. Esa oferta también es no viable en este momento”.

Jaime Mantecón Álvarez

Bien haría el abogado en asesorar a su señor padre, porque las declaraciones públicas que hace, seguramente habrán de dar luz a los impartidores de justicia pues acepta tácitamente que para perpetrar el despojo en agravio del señor Jaime Darío Mantecón Vázquez, fundamentó solo en una decisión personal, visceral, y que seguramente posterior a eso y para concretar su abuso, incluso pudo haber recurrido a la falsificación de firmas y demás delitos que hoy se les imputan.

Finalmente, y por su parte la víctima Jaime Darío Mantecón Vázquez destacó que, “Como era de esperarse, de acuerdo a su naturaleza, mis declaraciones públicas recientes han causado efecto en la personalidad de mi papá y mi hermano, al grado de hacer declaraciones a su vez, que nos dejan de manifiesto sus intenciones y maquinaciones, que manejan desde hace ya bastante tiempo. Uno de los puntos relevantes, entre otros, es que no fui yo el que renunció o abandonó su posición como socio y director de la sociedad, si no que fue mi papá, el que me “separó” (ilegalmente), de mis derechos. Además de todo lo demás que mencionan, y que tendrán que demostrar debidamente; y sobre lo cual tomaré las debidas precauciones, por la gravedad del contexto de sus palabras. Lamento tener que hacerlo público nuevamente, pero es necesario de mi parte, por si algo me llega a suceder en mi persona, y las posibles maquinaciones en las que tengan que incurrir por causa de sus dichos”.

Ojalá que entre los señores padre y hermano, medie la cordura y lleguen a un buen acuerdo, aunque no podemos olvidar que hay delitos que se persiguen por oficio.

Sobre este penoso asunto seguramente habrá mucho que decirse en posteriores comentarios.