Chiapas la eterna convocatoria

EStructural

Fidel Yamasaki Maza

Los seres humanos mantienen apego a su lugar de origen, a la tierra que los vio nacer y en ese apego enraíza su desarrollo y ciclo de vida y por ello, se constituye en el más poderoso elemento de identidad. El gentilicio surge de ese apego y constituye el más profundo e irrenunciable factor de unidad.

En el mundo de la política, el concepto terrenal de localidad es el instrumento más atractivo para la suma de voluntades y la convocatoria de infalible unidad.

El uso de este recurso sigue estando presente en el discurso de los políticos, en particular, en Chiapas, buscando ganar adeptos. ¿Quién eludiría semejante convocatoria?

Los mejores propósitos e intenciones invocan, en el discurso político, a ese instintivo factor de unidad para construir liderazgo y público adepto que los secunden.

Por su parte, con un poco de observación y comparación con otras latitudes del mundo, los latinos se distinguen por su acentuada proclividad en el referente territorial como identidad, más aún en la retorica, dónde el uso preferencial de este recurso discursivo es una práctica exacerbada. Chiapas no es la excepción. Aquí, ¡cuántas arengas localistas se escuchan o leen en las campañas políticas!

La época en todo México y en Chiapas de las campañas electorales en pos de disputar los liderazgos de representación política habrán de recurrir al factor de identidad territorial en el bagaje discursivo. La comunicación política de las ofertas partidarias y sus candidatos invocaran el México y Chiapas que desean construir, subyaciendo en ello, la infalible raíz de identidad terrenal.

Chiapas, la eterna convocatoria. Y ¿qué es lo más importante en ésta comunicación? ¿La simple noción del territorio o los seres humanos que lo habitan? Esto último debe ser lo crucial: el gentilicio incluyente, pacífico, con enfoque de genero y sus condiciones de vida como reto para su creciente mejora.