– Adriana Gen Jiménez demuestra que bacterias nativas mejoran la productividad agrícola de manera sostenible –
Adriana Gen Jiménez, estudiante del Doctorado en Ciencia de los Alimentos y Biotecnología del Instituto Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez (ITTG), desarrolla un proyecto innovador sobre el uso de cepas bacterianas nativas para mejorar la producción agrícola sin recurrir a fertilizantes químicos.
Bajo la asesoría del investigador Reiner Rincón Rosales, la investigación se centra en el estudio de las cepas Rhizobium calliandrae y Rhizobium mayense, aisladas en la región y evaluadas en cultivos de tomate, chile habanero y frijol.
Los resultados obtenidos han demostrado que la aplicación de estas bacterias no solo favorece el crecimiento de las plantas, sino que también aumenta el rendimiento y mejora la calidad nutricional de los productos.
Se ha observado un incremento en el tamaño y número de frutos cosechados, así como en la concentración de compuestos bioactivos esenciales. Esto representa un avance significativo para la agricultura en Chiapas, al ofrecer una alternativa ecológica a los fertilizantes sintéticos, cuyo uso prolongado genera contaminación y degradación del suelo.
El estudio destaca el potencial de las cepas Rhizobium como biofertilizantes, capaces de mejorar la fertilidad del suelo y fomentar una agricultura más sostenible.
Al demostrar su efectividad, la investigación abre nuevas posibilidades para que los productores locales adopten estas tecnologías naturales y aumenten la productividad sin comprometer el medio ambiente. (Con información de Chiapas Paralelo. Foto: Cambio 22)