– Migrantes reportan secuestros y separaciones familiares; activistas se retiran por falta de condiciones seguras –
Tras 12 días recorriendo Chiapas, la caravana migrante, integrada por aproximadamente 1,700 personas, dejó este domingo el estado y se dirige hacia Chahuites, Oaxaca.
Desde el parque central de Arriaga, el grupo partió con el objetivo de descansar brevemente antes de continuar su camino hacia San Pedro Tapanatepec, en la región del Istmo de Tehuantepec, informó El Heraldo de México.
Agotados por la travesía, que inició el pasado 5 de noviembre en Tapachula, los migrantes, en su mayoría venezolanos y hondureños, denunciaron que durante el trayecto algunos integrantes del contingente fueron secuestrados por células delictivas que operan en la frontera entre Chiapas y Oaxaca. Ante esta situación, hicieron un llamado urgente al gobierno mexicano para garantizar la seguridad de quienes transitan desde la frontera sur hacia el centro del país.
El activista Luis García Villagrán, quien había anunciado que acompañaría a los migrantes hasta la Ciudad de México, desistió de continuar el recorrido debido a las precarias condiciones de seguridad en Oaxaca. “No existen las condiciones para garantizar la movilidad segura. Hay infiltrados dentro del grupo que representan un riesgo para la vida de muchos compañeros”, expresó. Además, señaló que el miedo y la inseguridad, utilizados como herramientas disuasivas, están afectando gravemente a los migrantes.
Dentro del contingente también se han reportado separaciones familiares por parte del Instituto Nacional de Migración (Inami), una situación que agrava la vulnerabilidad de quienes viajan.
Para evitar la exposición a las altas temperaturas, los migrantes avanzan durante la madrugada y las primeras horas de la mañana. Elementos de la Guardia Nacional, policías estatales y protección civil de Oaxaca acompañan al grupo, aunque persiste el temor ante los riesgos del trayecto. (Foto: José Torres)