Bomba de tiempo

A ESTRIBOR

Juan Carlos Cal y Mayor

BOMBA DE TIEMPO

Mientras el pueblo bueno y sabio se distrae con los avatares de la grilla política o los fines de semana futboleros, el gobierno federal ha dejado colocada una bomba de tiempo en el congreso. Ha propuesto en el presupuesto de egresos para el próximo año, un déficit presupuestal enorme. Quiere tirar la casa por la ventana con más dinero para los programas sociales y pretender con ello asegurar más votantes para el 2024. Ya después, el que venga, pagará los platos rotos del aquelarre.

GASTAR DE MÁS

Se trata de una simple ecuación. El gobierno espera recaudar este año 7 billones de pesos y piensa egresar 8.7 billones. Gastar más de lo que ingresa en inversiones no productivas y manteniendo altas tasas de interés garantizadas con bonos de deuda. No es necesario pedirle a nadie o recurrir al FMI. Es comprometer las finanzas futuras para pagar el derroche presente, una falsa expectativa redistributiva que no se podrá mantener en los próximos años, no hay manera. Un gasto adicional será para pagar las mega obras inconclusas que terminaron costando el doble y hasta el triple de lo presupuestado como fue el caso de la refinería de Dos Bocas y el incosteable Tren Maya al que inyectarle otros 120 mil millones más, un daño al patrimonio público por incosteable. Una panacea para resolver la pobreza en el sureste mexicano. Porfirio Díaz construyó 20 mil km. hacia 1910, estos llevan 5 años y no llegan a los 1,500.

FOCOS ROJOS

Gastar más de lo que se ingresa para cualquier hogar, es como despilfarrar el dinero con tarjetas de crédito. El déficit es precisamente eso, el superávit lo contrario. Lo primero es gastar de más, lo segundo es ahorrar y ahorrar sirve para mantener las finanzas sanas y aumentar la confianza entre los inversionistas. Para eso se creó un fondo de estabilización, que ya dilapidaron al igual que otros como el Fonden. Un gobierno solvente goza de crédito, genera certeza a las inversiones mientras que un gobierno endeudado prende los focos rojos y las ahuyenta.

AL FIN DEUDA

No es la primera vez que lo vivimos en el país. Sucedió con los tutores políticos del presidente. Echeverría y López Portillo repartieron la piñata y tiraron dinero a manos llenas. De ahí las crisis recurrentes que vivimos en el pasado. Nos la pasábamos en Washington pidiendo prestado al FMI. No había autonomía en el Banco de México. En esa época el gobierno imprimía dinero indiscriminadamente para soportar sus gastos, ahora lo hace a través de CETES (certificados de la tesorería) pagando altas tasas de interés que provocan que los empresarios en vez de invertir prefieran ganar jugosos dividendos para luego esfumarse en cuanto se acaba la fiesta. Son capitales golondrinos que se mueven de país con un teclazo.

INFLACIÓN

Como la cuestión es compleja para el común de los ciudadanos, no se alcanza a percibir el daño futuro e inmediato que eso conlleva. Quieren que siga la transformación, que el pueblo agradezca al padre dadivoso. Se trata de una bomba de tiempo y lo grave no es eso, sino que el déficit invariablemente genera más inflación al inyectar la economía con dinero artificialmente creado y no producto de la generación de riqueza. Eso provoca que se dispare la inflación que es el verdadero impuesto de los más pobres que pierden estrepitosamente su poder adquisitivo, el dinero alcanza para menos.

NADA ES GRATIS

Además, es el año de Hidalgo. El sexenio de las adjudicaciones directas y secretas. Nuevas empresas, sí, pero solo en el papel, fantasmas que se alimentan del tráfico de influencias. No somos iguales dicen, salieron peores. Por otro lado, se acrecienta la mano dura en contra de los pocos contribuyentes en su mayoría los medianos y pequeños comerciantes en medio de un mar de empleos y comercios informales que no pagan impuestos. Nada es gratis, alguien tiene que pagarlo y eso lo harán las personas que pagan sus impuestos y luchan todos los días por mejorar sus ingresos para sacar adelante a sus familias.