– Congreso Nacional Indígena y autodefensas señalan responsabilidades cruzadas, mientras la situación de violencia persiste. Piden presencia de fuerzas federales –
En una violenta escalada, integrantes de autodefensas en el municipio de Tila, Chiapas, fueron objeto de un ataque armado durante la noche del viernes y la madrugada del sábado. El incidente desencadenó balaceras, incendios de vehículos y casas en la localidad, reportó el portal Infobae.
El Congreso Nacional Indígena (CNI) denunció a través de sus redes sociales el ataque perpetrado contra las viviendas de Pascual López Ramírez y Gilberto Abraham Martínez Santiago, ambos miembros del Consejo de Vigilancia. El CNI atribuyó la agresión a las “autodenominadas autodefensas” y acusó que se trataba de “narcomilitares” que habían atacado brutalmente a sus compañeros en sus hogares.
Sin embargo, otras versiones de los hechos señalan que pobladores de Tila afirmaron que las agresiones comenzaron por parte de integrantes del Congreso Nacional Indígena del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (CNI-EZLN). Según las autodefensas, una camioneta con miembros del CNI, fuertemente armados, recorrió la comunidad durante la madrugada, efectuó disparos al aire, lanzó amenazas contra las autodefensas y bloqueó caminos con troncos y llantas incendiadas.
En un comunicado, las autodefensas negaron las acusaciones del CNI, calificándolas como difamación. Además, solicitaron la presencia de fuerzas federales para liberar las carreteras que conectan con Tila. Aseguraron que las escuelas y comercios llevan meses cerrados debido a la violencia en la región, sin intervención de la policía municipal y estatal.
Este episodio se suma a la tensión previa en Tila, donde el mes pasado, un grupo presuntamente vinculado al crimen organizado, disfrazado de “autónomo”, asesinó a cinco pobladores en una disputa por el control de actividades ilícitas relacionadas con la explotación de recursos naturales.
La respuesta de los ejidatarios llegó a través de un comunicado, donde destacaron que fueron las autodefensas, y no ellos, quienes colocaron una manta en el centro de Tila exigiendo que los líderes abandonaran la región en 12 horas. Los habitantes, atrapados en sus casas, escucharon llamados por altavoces instando a las autodefensas a llevar sus armas para “matar a los avecindados”. (Foto: La Jornada)