Agentes secuestrados por el CJNG buscan jubilación

– Las víctimas afirman que lo vivido les dejó secuelas emocionales. Acusan a Gabriela Zepeda, titular de SSyPC, y al Gobierno del Estado de ignorar sus peticiones –

Ocho meses después de ser secuestrados por presuntos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Ocozocoautla, agentes de la Secretaría de Seguridad Pública de Chiapas buscan su jubilación y pensión por riesgo de trabajo, motivados por el temor constante debido al asedio del crimen organizado.

Según información proporcionada por los elementos policiales a Grupo Reforma, el gobierno del estado aún no ha respondido a su solicitud y han sido ignorados por la Secretaría de Seguridad Pública y por el gobierno del estado.

El secuestro ocurrió el 27 de junio del año pasado en medio de una disputa territorial entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa. Las víctimas, un grupo de 16 trabajadores de la Secretaría de Seguridad Pública, aún no han regresado a sus labores desde entonces.

Los secuestradores del CJNG tomaron esta medida considerando que las autoridades policiales estaban bajo las órdenes del Cártel de Sinaloa y para presionar por la liberación de la cantante Nayeli Cyrene Cinco, pareja de un jefe de plaza, y la destitución de tres mandos policiales.

Además de buscar su jubilación, los agentes afectados también alertaron sobre el estrés postraumático que les han diagnosticado, afectando sus vidas y las de sus familias. Señalaron la falta de respuesta a su solicitud y expresaron su preocupación por la seguridad social, un derecho consagrado en la Constitución.

“Cuando nos liberaron, la secretaria Zepeda Soto dijo: ‘váyanse con sus familias, y luego nos reunimos’, pero no pasó; en casa empezó el miedo y empeoró hace un mes cuando nos quitaron la terapia con la psiquiatra, a quien le pidieron hacer algo que iba contra su ética, y ella prefirió irse, no sabemos qué fue lo que le pidieron”, dijo uno de los afectados.

Las víctimas del secuestro fueron liberadas el 30 de junio después de tres días de cautiverio, y desde entonces han enfrentado las secuelas emocionales de su experiencia. (Foto: Reforma)