– Viviana Pérez y sus dos hijos llevan diez meses varados en Chiapas; hay más de 3,500 personas en lista de espera –
Viviana Pérez, migrante venezolana de 30 años, lleva diez meses varada en Tuxtla Gutiérrez junto a sus hijos de 8 y 2 años. Su intención inicial era llegar a Estados Unidos, pero tras no lograr avanzar hacia el norte del país, decidió solicitar su repatriación voluntaria a Caracas. Desde el 28 de febrero está inscrita en el programa del Instituto Nacional de Migración (INM), aunque aún no recibe la llamada que le permita abordar el avión de regreso.
Viviana contó a OEM-Informex que sobrevive vendiendo paletas de dulce en las calles del centro de Tuxtla y recibiendo ayuda ocasional de la ciudadanía. Paga mil 500 pesos de renta, además de lo necesario para alimentar a sus hijos. “La gente nos ayuda, algunos colaboran, otros no”, comentó. A pesar de las dificultades, agradece la hospitalidad de la ciudad.
Cada vuelo de repatriación desde Chiapas transporta solamente 50 personas, entre Tapachula y Tuxtla, lo que hace que el proceso sea lento. Se estima que hay más de 3,500 migrantes enlistados solo en la capital chiapaneca.
En Tuxtla, la presencia de migrantes en plazas y calles ha disminuido, aunque aún se observan pequeños grupos ofreciendo productos típicos como arepas, tequeños o café. Para muchos, como Viviana, cada día es una lucha por resistir con dignidad mientras la esperanza de volver a casa se mantiene viva. (Foto: OEM-Informex)