TROTA MUNDO INCORREGIBLE
Manuel Zepeda Ramos
–Europa, América, Oceanía–, de memoria que sorprende a quien lo escucha, Eduardo Díazmuñoz vuelve a la capital de Veracruz con la Orquesta Sinfónica de Xalapa después de ocho años de ausencia para regalarnos, a los jóvenes y a los viejos, un extraordinariamente bien tocado concierto sinfónico de Rock que nos enloqueció durante dos días en la sala Tlacná.
Lo conocí físicamente en Tijuana, hace varias décadas. Asistí a una reunión nacional de difusión cultural representando a nuestra Universidad Veracruzana. Uno de los actos importantes fue un concierto de la Orquesta de Baja California, en el CECUT, dirigida por un joven director que me sorprendió gratamente: era Eduardo Díazmuñoz.
Nos impresionó a todos los asistentes con un largo concierto del compositor y arreglista argentino Alberto Núñez Palacio para guitarra y pequeña orquesta sobre la obra de José Alfredo Jiménez, este enorme creador, inmortal, de la música popular mexicana, hoy admirado por el Mundo. A la fecha, Eduardo Díazmuñoz lo recuerda diciendo que el maestro Núñez Palacio hizo magia pura en la elaboración de su obra, compleja y difícil.
Eduardo Díazmuñoz se inició en la música desde los cuatro años, tomando clases de piano en su casa, destacando de inmediato su gran habilidad en el desarrollo de la música y su capacidad integradora. En la preadolescencia ingresa al Conservatorio Nacional y desde allí inicia una carrera musical exitosa que lo convierte en Pianista, violoncelista, compositor prolífico y gran director de orquesta. Recordará siempre a Aurora Serratos, Francisco Savín, Leonard Bernstein y León Barzín como sus grandes maestros a lo largo de su ya gran carrera dentro de la música que lo ha llevado a dirigir a más de 100 organizaciones musicales en el planeta, dirigir prácticamente todas las orquestas de México, en muchas de ellas ha sido su director titular; a la filarmónica de Bogotá, a la Ópera de Illinois, al Coservatorium de Sidney, Australia y su correspondiente orquesta. De ese tamaño es Eduardo Díazmuñoz.
Nominado a cuatro premios Grammy, ganando uno de ellos; dos Discos de Oro y uno de Platino por su amplia producción discográfica de 39 grabaciones; Eduardo Díazmuñoz ha recibido 4 reconocimientos de la Unión Mexicana de Cronistas de Teatro y Música; Premio al músico internacional del año 2003 en Cambridge, Inglaterra; la medalla Mozart, entre otros reconocimientos.
Las obras sinfónicas de Rock que nos regaló en la sala de conciertos Tlacná de la Universidad Veracruzana, las hizo con el gran grupo de Rock de la ciudad de Coatepec, fundado en 2018 e integrado la mayoría de ellos con egresados de las escuelas de música de la Universidad Veracruzana: Revolution 4, agrupación que ha sido fiel intérprete de los grandes clásicos del Rock, especializándose en el Rock sinfónico, tocando con orquestas de Puebla, Toluca, Querétaro, Guadalajara y Veracruz. También han tocado en el Auditorio Nacional de la CDMX, con gran éxito de audiencia. Quiero destacar la actuación de Sam Baé, nacida en Aguascalientes y cantante de Revolución 4, de esplendida voz y de un futuro promisorio. Por supuesto, formada en la Universidad Veracruzana. Destaca también el Coro de la Universidad Veracruzana acompañando a la gran Orquesta Sinfónica de Xalapa, que sonaron espléndidamente como lo saben hacer cuando tienen frente a ellos a directores de gran experiencia, sensibilidad y conocimiento.
El repertorio del concierto sinfónico fue extenso, en donde se ofrecieron obras de the Alan Parson Project, Aerosmith, Foreigner, The Police, Toto, The Beatles, Depeche Mode, Pink Floid, Tears For Fears, Queen, the Doors y Led Zeppelin, entre otros.
Fueron dos conciertos de antología que Xalapa los recibió con entusiasmo y nunca habrá de olvidarlo.
Bienvenida siempre la presencia de don Eduardo Díazmuñoz en la Universidad Veracruzana.
¡Arriba la Universidad Veracruzana y su enorme calidad musical!
¡Viva Veracruz!