Consumo de drogas en el mundo

Carlos Hiram Culebro S.

El surgimiento de nuevos opioides sintéticos y de una oferta y demanda sin precedentes de otras drogas ha agravado las repercusiones del problema mundial de las drogas, provocando un aumento de los trastornos por consumo de esas sustancias y de los daños ambientales, según informe presentado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés).

Hicieron saber de la UNODC que la producción, el tráfico y el uso de drogas siguen exacerbando la inestabilidad y la desigualdad, al tiempo que causan daños incalculables a la salud, la seguridad y el bienestar de las personas; agregando que necesitamos proporcionar tratamiento y apoyo basados en evidencia a todas las personas afectadas por el uso de drogas, mientras nos enfocamos en el mercado de las drogas ilícitas e invertimos mucho más en prevención.

El número de personas que usaron drogas en 2022 se elevó a 292 millones, lo que representa un aumento del 20% en 10 años. El cannabis sigue siendo la droga más ampliamente consumida en todo el mundo (228 millones de consumidores), seguido por los opioides, las anfetaminas, la cocaína y el éxtasis.

Alrededor de 64 millones de personas en el mundo sufren de trastornos por el uso de drogas. Las mujeres tienen menos acceso al tratamiento que los hombres: sólo una de cada 18 mujeres con trastornos por consumo de drogas recibe tratamiento, en comparación con uno de cada 7 hombres.
En 2022, se estima que 7 millones de personas tuvieron algún contacto formal con la policía (arrestos, amonestaciones, apercibimientos), por delitos relacionados con las drogas, de los cuales cerca de dos tercios se debieron al uso o posesión de drogas para su consumo. Además, en ese mismo año se procesaron a 2.7 millones de personas por delitos relacionados con las drogas.

En el mismo año se produjo una nueva cifra récord de 2,757 toneladas de cocaína, lo que representa un aumento del 20% respecto a 2021.

Para enero de 2024, Canadá, Uruguay y 27 jurisdicciones de Estados Unidos habían legalizado la producción y venta de cannabis para uso no médico, mientras que en otras partes del mundo han surgido diversos enfoques legislativos sobre esa hierba.

Lo anterior parece haber acelerado el consumo nocivo de esa droga y ha dado lugar a una diversificación de los productos de la marihuana. En algunos países han aumentado las hospitalizaciones relacionadas por consumo de cannabis, así como la proporción de personas que sufren trastornos psiquiátricos e intentos de suicidio asociados al consumo habitual de esa sustancia.