Chiapas: ¿Sobrediagnosticado?

ESTRUCTURAL

Fidel Yamasaki Maza

CHIAPAS: ¿SOBREDIAGNOSTICADO?

En ciencias sociales y economía es frecuente el uso de términos y conceptos creados en otras disciplinas como la medicina, la química, la física e incluso la terminología de la milicia, con el propósito de argumentar y explicar con mayor precisión un fenómeno o una realidad.  Tal es el caso de la aplicación del concepto “Diagnóstico”, por el cual la medicina permite determinar la naturaleza de una enfermedad mediante la observación de sus síntomas y, por extensión o sinónimo, el acto de valorar, evaluar, analizar, examinar y dictaminar, entre otras acepciones.

Otro aspecto que acontece en nuestra vida moderna y rasgo acentuado por el avance tecnológico es el acceso a la información, al grado de caracterizar a la humanidad del siglo XXI como la “Era de la Información”, ahora desbordante de expectativas con el uso de la “Inteligencia Artificial”, la cual permite acercamientos analíticos de cualquier tópico o tema que se indague, obteniendo respuestas sustentadas en el cúmulo de información digital disponible en la red informática global.

En este contexto y cuando se aborda el análisis del desarrollo socioeconómico de Chiapas en diferentes medios de comunicación y difusión de ideas, como artículos, ensayos y conversatorios, es frecuente encontrar señalamientos en el sentido de que Chiapas está sobrediagnosticado, esto es que se dispone de mucha información, de muchos diagnósticos de diferentes aspectos de su desarrollo social, económico, político, cultural, demográfico, etcétera, y que, a partir de la insurgencia indígena zapatista del año de 1994, la entidad, como prioridad política para el gobierno y la sociedad, ha estado en permanente análisis de su acontecer.

Es plausible, el contar con información del desarrollo de Chiapas, ahora de fácil acceso con los medios digitales y en especial si se trata de diagnósticos sólidos, como lo indica el concepto, en el sentido de establecer y explicar las causas que provocan los distintos problemas o retos sociales, económicos, políticos, demográficos y culturales de la entidad chiapaneca y a partir de ello, visualizar las opciones resolutivas de los mismos.  Este matiz metodológico con sustento técnico y científico es el que se requiere: diagnosis que determina los factores causales del problema y permite establecer la terapia resolutiva del problema o prognosis.

Con este filtro metodológico, podemos verificar si es válido decir que “Chiapas está sobrediagnosticado”, si la información trabajada, como diagnóstico de algún aspecto del desarrollo de Chiapas, define las causas profundas de ese problema y permite establecer sus posibles soluciones. Diría un médico: diagnostico a mi paciente, identifico los síntomas de su enfermedad y establezco las causas de la anomalía fisiológica para poder determinar la cura o terapia resolutiva.

¿Y qué ocurre si un diagnóstico solo identifica los síntomas de esa enfermedad, sin determinar los factores causales de esos síntomas? Se corre el riesgo de no poder lograr una cura o terapia efectiva para resolver la enfermedad.

Muchos diagnósticos se tienen sobre el desarrollo de Chiapas y la mayoría son descriptivos de la problemática que abordan, con niveles de información epidérmicos, superficiales de baja profundidad causal o nula. De Chiapas, merced a la tecnología de la información y comunicaciones, se tienen un mundo de datos y bocetos descriptivos de distintas realidades y parece que, por ello, se afirma que la entidad chiapaneca está sobrediagnosticada, pero no necesariamente con la terapia adecuada.