– Regiones donde se cultivaba maíz, frijoles y caña de azúcar lucen abandonadas, mientras que sus habitantes se ven forzados a emigrar a EU y otras partes del país –
El mundo está lejos de cumplir con la meta de poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición para todos, ya que se prevé que 670 millones de personas seguirán experimentando hambre en 2030.
Esta situación se agrava en lugares como Chiapas, donde la economía ha estado estancada y retrocede desde 1982, lo que dificulta la generación de empleo y contribuye al aumento de los índices de pobreza a lo largo de los años. La producción de alimentos para consumo propio también se ha visto afectada, publicó el diario Milenio.
En Chiapas, regiones donde antes se cultivaba maíz, frijoles y caña de azúcar ahora lucen abandonadas, mientras que sus habitantes se ven forzados a emigrar hacia Estados Unidos y otras partes del país.
A pesar de los esfuerzos por combatir la desigualdad económica y el hambre, Chiapas sigue enfrentando retos en materia de seguridad alimentaria. Al menos cuatro municipios presentan niveles de inseguridad alimentaria cercanos al 50 por ciento. Esto significa que obtener alimentos adecuados es una tarea complicada para los habitantes de estas áreas.
Según Lina Pohl Alfaro, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la pobreza es el factor principal que contribuye a la crisis alimentaria en Chiapas. El segundo factor es la larga cadena de producción en el campo, donde los productores reciben pagos significativamente más bajos que lo que los consumidores finales pagan por los alimentos.
A pesar de esto, Chiapas ha realizado esfuerzos notables en la reducción de la pobreza en los últimos cuatro años. Es fundamental acercar a los productores con los consumidores, evitando intermediarios, para lograr una distribución de alimentos más uniforme y a precios más asequibles.
Los costos de los alimentos alcanzaron su punto máximo en marzo de 2022, pero han disminuido considerablemente en un 24 por ciento este año. Esta reducción ha beneficiado a las familias al hacer que los alimentos sean más accesibles.
En los últimos diez años, Chiapas también ha experimentado un problema de salud grave: la obesidad. Esto se debe en gran parte a la falta de acceso a una alimentación nutritiva, lo que ha llevado a la población a consumir alimentos industrializados debido a su bajo costo y fácil disponibilidad. (Foto: Cáritas)