Ya chole con la CNTE; ya estuvo suave

Ya chole con la CNTE; ya estuvo suave

Alfonso Grajales

Una mujer con bastón se convirtió, sin querer queriendo, en la vocera del coraje, la impotencia y el hartazgo de todo México contra la maestrada de la CNTE. 

No tenía micrófono, pero su voz sonó fuerte. En menos de dos minutos dijo lo que millones quisieran gritarles a los maestros. Y lo hizo con los ovarios bien puestos.

— ¿Está increpando a los maestros?, le preguntó una reportera.

— Sí, los estoy increpando y les estoy mentando la madre —respondió.

— Hoy tuve que caminar hora y media para hacer un trámite. Que no manchen, que se vayan a chingar a su madre.

— ¿Y qué le dicen los maestros?

— No me dicen nada. Y eso que yo también soy profesora. Les digo que me cuesta 150 pesos el bicitaxi para regresar a mi casa. ¿Tú me lo vas a pagar? ¿No? Entonces vete al carajo.

¿Por qué no van a casa de Claudia Sheinbaum o a la del de la SEP? ¿Por qué no van y que les rompan su madre allá? ¿Por qué a los ciudadanos comunes nos están partiendo la madre? ¡Ya estuvo suave! La señora está en su palacio, entra con guaruras, en su carro blindado, y le valemos madre todos los demás. ¡Ya estuvo!

La señora dijo lo que dijo sin pelos en la lengua, porque en serio ¡ya estuvo suave!

¿Cuánto más vamos a ser rehenes de estos pelafustanes disfrazados de maestros? Desde el 15 de mayo andan armando su relajo en el Zócalo, Paseo de la Reforma, Circuito Interior, Insurgentes, Bucareli y el Aeropuerto, sin orden ni respeto.

Y aguántame tantito, porque los angelitos no piden poquito. Quieren que se derogue la Ley del ISSSTE de 2007, un aumento salarial del 100 por ciento, más vacaciones y en una de esas hasta aguinaldo adelantado.

El gobierno –como la lana no es suya– les concedió 10 por ciento de aumento y una semana más de descanso. ¿Y ellos? Que no, que eso ¡pa’ qué pictes!, que no se negocia, que “Zapata vive, la luuuuuucha sigue”. Y claro, la lucha la paga la gente, no ellos.

Mientras tanto, tú y yo seguimos contando comerciantes que cierran sus negocios, enfermos que no llegan al hospital, alumnos sin clases y gente mayor que tiene que caminar un madrero para hacer un trámite. 

Ah, pero eso sí, los “profes” con su chesco en mano y su carpa playera, felices en su festival del desmadre.

¿Dónde está el estado de derecho? ¿Dónde la línea que separa la protesta del atropello? ¿Cuántas vidas tienen que perderse por no llegar a tiempo al hospital para que alguien del gobierno se ponga las pilas? 

¿O será que como AMLO también cerraba calles, pozos petroleros, tomaba instituciones y hasta el periférico, ahora nadie quiere ponerse al brinco con la maestrada porque “se vería mal”?

La CNTE hace y deshace en Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, CDMX como si fueran los reyes del desmadre y del caos. ¿Tanto le debe la 4T al movimiento que ya no hay bronca si pisotean la ley? ¿A poco sus votos valen más que nuestra paciencia?

¿Y los gobernadores? Ni cómo ayudarlos. Se hacen pato, no ven, no oyen, no hablan. Nomás les falta salir a repartir tamales y atole en los plantones. ¡Carajo, no olviden que su silencio también es complicidad!

¿Y la tía Claudia? Pues ni cómo preguntarle. Apenas se puso la banda y se olvidó del peludaje. 

¿De verdad no le preocupa la imagen de un país secuestrado por supuestos educadores que se comportan como vulgares caciques de carretera?

Lo de la CNTE ya no es protesta, es chantaje, es circo y una burla. Y así, ya chole.

México no puede seguir detenido por los caprichos de unos cuantos, y tampoco debe haber miedo de aplicar la ley cuando quien la viola trae el gafete de un sindicato. 

Porque si el gobierno no pone orden, entonces ¿para qué chingados sirve?

La señora del bastón lo dijo por todos nosotros. ¡Ya estuvo suave!

Nos leemos pronto.

ESPINACAS

Por Popeye

Cierran calles, truenan el orden.

Al pueblo lo cansan y lo joden.

La del bastón, sin miedo ni alarde,

les gritó: ¡chinguen a su madre!…

¡Seco el elotazo…!