PALABRAS CLARAS
Silvano Bautista
La palabra insolente se define como orgulloso soberbio y desvergonzado, y es así como cada martes y jueves Uriel Estrada camina tranquilamente en el congreso del estado sabedor de que el fuero como legislador lo protege; sin embargo, este podría serle retirado de un momento a otro.
Y es que desde su paso como titular de la Auditoría Superior del Estado su actuar estuvo siempre bajo la sospecha de conductas poco transparentes y hasta el momento no se sabe de algún alcalde que haya sido sancionado por este organismo y mucho menos llamado a rendir cuentas, respecto al manejo de los recursos que ejercieron como tal.
Aunado a ello pesa sobre él la figura del impostor al ser un falso diputado indígena y usurpar una curul que debería por ley pertenecer a un hombre o mujer de los denominados pueblos originarios. Pero este último aspecto es lo que menos le preocupa es tan desvergonzado que no le importa posar con vestimentas indígenas cuando claramente no lo es.
Puede alegar haber nacido en algunos de los municipios indígenas de ese distrito, pero de haber nacido hacerlo realmente hay una distancia muy grande.
En estos tiempos de la cuarta transformación en donde se habla de justicia, transparencia y combate a la corrupción, lo sucedido a la Auditoría Superior del Estado es un acto que no debe quedar impune, toda vez que es muy sospechoso que a días en que tome posesión el gobierno de la nueva ERA y su nuevo titular de la ASE se dé un atraco de cierta magnitud con claras intenciones de desaparecer todos los expedientes y archivos de una instancia tan importante de rendición de cuentas y transparencia, eso no solo embarra al titular encargado, sino también al propio gobernador
El pueblo de Chiapas merece una explicación detallada del caso y el compromiso de las instancias de justicia en investigar los hechos con castigo al o los responsables y de esto tiene mucho que informar el diputado local Uriel Estrada Martínez.
Hay que recordar que no lo quieren en su distrito.
Hay que recordar que al ahora diputado por distrito VIII, no lo quieren en Simojovel, cabecera distrital. Además de no reunir el requisito de ser indígena al 100 por ciento para ocupar dicho cargo.
Es impresionante ver cómo la ley permitió lo que no debería permitirse y las autoridades electorales ser más escrúpulos a la hora de redactar las normas para evitar estos “chapulines” de cuello blanco, como es el caso de Uriel Estrada quien
Este, no es bien visto por la sociedad, porque refieren que a su paso por la Auditoria Superior del Estado se ganó mala fama porque abusando de su cargo y del tráfico de influencias, logró su actual diputación.
Su doble moral demuestra su cinismo y su ambición para seguir viviendo del erario y del poder, a modo que de ser el “importante” Auditor del Estado de Chiapas, haya recibido como consolación la diputación que usurpa, de plano ya no tiene llenadera.
Con él, se espera terror, humillaciones y miserias para los ciudadanos y familias de este distrito VIII, por lo tanto, ya no hay que dejarse obligar a los chantajes de este sujeto, claro, me refiero a los actuales alcaldes, a quienes les espera dolores de cabeza.
En el distrito VIII, están con la idea de que será un representante soberbio, altanero, prepotente e inepto, que además habla mucho, pero nada hace, pues si así fue como Auditor que se espera como diputado. El distrito VIII tiene una población cien por ciento indígena, aspecto que no cumple el diputado en cuestión.