¿Referéndum? -así lo dijo Él; y dijo también Plebiscito… y también Consulta-

LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS

Manuel Zepeda Ramos

¿REFERÉNDUM? -ASÍ LO DIJO ÉL; Y DIJO TAMBIÉN PLEBISCITO… Y TAMBIÉN CONSULTA-

Hoy, mi Pau adorada cumpliría 33.

-¡Esta tanda no se baila, ni admite el palomeo!

Así, con la simpatía que siempre lo irradiaba, rodeado de amigos de todas las edades y de todas las condiciones socioeconómicas, en el parque, o en el cine, o en su despacho, o caminando por la banqueta, o en la casa de muchos amigos que logró convocar a lo largo de su vida y que los tenía por montones, el licenciado en Derecho y Notario Público Enrique Lara González, mi queridísimo y respetado primo, se refería así a su cargo en el congreso del estado que acababa de dejarlo por haberse cumplido su período. Con la gracia que siempre lo acompañó, Enrique se refería a la no repetición de candidatura a diputado local porque eran ya los tiempos de otro inquilino de su partido que no había bailado y mucho menos intentó “coquetear con el poder”, para así “amarrar” la candidatura de nuevo.

Eran los tiempos del desarrollo estabilizador, del gobierno de un solo partido y la existencia de muchos militantes que daban la vida por ser miembros del congreso chiapaneco. Eran los tiempos en que los chiapanecos de la época, cada seis años, íbamos al aeropuerto de Terán a conocer al paisano que iba a ser el candidato al gobierno del estado cuya carrera política la desarrollaba en la capital de la república, como diputado federal, senador de la república o funcionario federal de buen nivel para la sumatoria curricular necesaria y suficiente que lo ungiera el dedo milagroso en seguro aspirante a la gubernatura de Chiapas.

Enrique Lara González, compañero de generación de Luis Echeverría Álvarez en la facultad de derecho de la UNAM, pudo haber sido uno de esos chiapanecos aspirantes al gran concierto estatal, sin duda. Desgraciadamente, un cáncer maligno alojado en el pulmón en la mejor etapa de su vida, truncó esa posibilidad a la que hubiera podido aspirar y que, más de una vez, estoy seguro que lo pensó.

Pocos años después, el gran político veracruzano, don Jesús Reyes Heroles, en el gobierno de José López Portillo propuso la reforma política que habría de cambiar, para bien de la nación, el panorama político nacional. Los partidos minoritarios pudieron acceder a la cámara de diputados y a la de senadores por la vía plurinominal, con lo que el pueblo de México alcanzaría una representación variada, con la consecuente consolidación de los partidos políticos en su búsqueda por la obtención del poder en nuestro país. Y lo han logrado, para bien de México y su democracia. El reconocimiento de todos los mexicanos a don Jesús Reyes Heroles.

Mucha agua ha corrido ya abajo del puente nacional -aunque ahora ni eso con esta gran sequía que nos trastorna la vida, literalmente-.

El próximo domingo 2 de junio habremos de dar un paso trascendental, histórico, en nuestra vida democrática nacional. Habremos de elegir, por primera vez en la historia de nuestra patria, a la primera presidente mujer que habrá de gobernarnos en los siguientes seis años. Ese hecho nos entusiasma y nos llena de esperanzas en la consolidación de nuestra vida constitucional, libre y democrática. Las candidatas han recorrido el país y el país se ha entusiasmado con sus propuestas. Hay un enorme interés entre los mexicanos por tener un cambio real en la transformación democrática de nuestra nación.

El presidente ha dicho que esta elección, la más numerosa en toda la historia nacional, habrá de ser un referéndum de su sexenio presidencial. Una especie de plebiscito y de consulta nacional de sus resultados en su gestión.

Así lo creemos y lo pensamos todos los que queremos a un México democrático, libre, constitucional, con igualdad de poderes en donde todos los mexicanos aspiren a tener un mejor destino para ellos y sus familias.

Así las cosas, si todos los que habremos de salir masivamente a las urnas el próximo domingo soñamos con una vida democrática cotidiana, en donde podamos salir con nuestras familias a la calle sin temor a que nos pase algo, que los que ahora gozan del aumento al salario mínimo puedan completar con ello la quincena sin tener que disponer parte de ese aumento para completar la despensa diaria o la compra de medicinas a la que no se tiene acceso porque no hay disponibilidad de ellas en toda la república teniendo que comprarlas en las farmacias particulares sobre ese aumento o el dinerito de los adultos mayores que tampoco les alcanza; si los niños pudieran tener las vacunas completas y a tiempo para evitar el retorno de enfermedades que habían sido desterradas, si viajar por las carreteras de México significa erradicar el temor a que nos asalten o nos lastimen, si viajar en el servicio urbano de nuestras ciudades o caminar por las calles de nuestro pueblo significa traer el temor cotidiano encima como lastre inevitable, o si nos jugamos la vida por salir a trabajar todos los días y no saber si habremos de regresar con bien, entonces creo que el referéndum, o plebiscito o consulta a la que nos convoca el presidente para que la elección del próximo dos de junio sea un examen a su gestión como presidente, desde ahora ya la tiene perdida.

Le agradezco mucho su valor civil por sugerir este gran análisis de conciencia que solo los hombres de bien e inteligentes, lo hacen.

Xóchitl Gálvez y José Yunes Zorrilla, junto a los senadores y diputados federales al lado de los candidatos a diputados locales de Veracruz, habrán de salir triunfantes el próximo domingo. Eso es lo que quiere un gran pueblo como el veracruzano que aspira a darle a sus hijos y a sus nietos una mejor esperanza de futuro.

Ese día habrá de llegar el próximo domingo.

Xóchitl habrá de ser presidente y Pepe Yunes gobernador.

Salgamos todos a votar por ellos. Temprano.

¡Que viva Veracruz!

¡Que viva México!