Un llamado anónimo llevó a las Madres Buscadoras de Sonora a un crematorio clandestino en Nogales, Sonora.
“Podríamos estar respirando a nuestros hijos. El calor se siente a tres metros, lo único vivo es el fuego, el olor a muerte es desolador y la sangre está regada por todos lados. Es el infierno de este país”, denunció la activista Cecilia Flores mediante sus redes sociales.
“Se ve la sangre en las paredes, aquí está la sangre(…) es terriblemente doloroso esto”, se escucha decir en un video publicado en su cuenta de X tras el hallazgo.
Recordó, mientras muestra los restos del crematorio ilegal, que ya en una ocasión llegaron a un crematorio en Guaymas donde se quemaban los cuerpos “y lo más terrible es no poder hacer nada, no podemos hacer nada ante este hallazgo terrible… la magnitud a la que puede llegar la mente humana: desaparecer completamente a las personas, así de esta manera”, lamentó.
Con información de 24 Horas
Foto: 24 Horas