– Los lancheros toman precauciones para sortear el enorme tapón formado de madera, ripio y botellas de pet –
Asunción López Martínez, encargado de la Sociedad Cooperativa Nandambua, informó que la contaminación del río Grijalva se vuelve un problema recurrente cada año durante la temporada de lluvias. A pesar de la acumulación de madera y otros desechos, las aguas siguen siendo navegables.
Las lluvias arrastran una gran cantidad de madera, ramas, ripio y botellas de plástico, lo que dificulta la circulación en el río.
Durante una entrevista con la agencia Reporte Ciudadano, López Martínez señaló que los conductores de las lanchas toman precauciones para sortear estos obstáculos, aunque a veces las lanchas presentan fallas por esta situación. “El problema se presenta en el famoso tapón que se forma en el vaso de la presa Chicoasén, donde el agua ya no corre y el aire empuja la basura hacia arriba”, explicó.
Recientemente, circuló un video donde algunas lanchas parecían estar atrapadas, pero el encargado aclaró que las lanchas navegan despacio y con mucha precaución. Las lluvias en la zona centro del estado han arrastrado mucha madera hasta este punto del río.
“El tema de la basura es una realidad. Los motores de las lanchas se calientan más rápido y cuesta más circular, ya que se tapa la salida del aire. En algunos casos, es necesario tener dos motores para facilitar el recorrido”, agregó. (Vía Libre, XEVT)