La noche del pasado 4 de diciembre falleció el editor, ensayista y poeta Horacio Warpola a los 42 años. Amigos cercanos, colegas e instituciones como la Secretaría de Cultura y el Inbal, despidieron al vate y enviaron sus condolencias a su círculo más cercano.
El autor de ocho libros, entre los que se encuentra su A dónde iremos cuando no quede bosque y los gatos estén durmiendo (2024), nació en el Estado de México, en 1982, en Atizapán de Zaragoza; sin embargo, vivió en Querétaro (Ciudad Q) durante dos décadas, por lo que se le reconocía también como queretano.
En Querétaro fue donde desarrolló su gran oficio como poeta, realizó un diplomado en Creación Literaria en la Escuela de Escritores del estado. coordinó talleres de creación literaria. Antes, vivió tres años en Madrid, España, donde también estudió un máster en Creación Literaria. Estando allá, ganó el VII Concurso de Cuento de Villaviciosa.
Ferviente promotor de la poesía (posmoderna, experimental, futurista, concreta) y de la edición independiente, entre muchas otros asuntos de la vida diaria, Warpola publicó Lago Corea, Triste suerte de los peces voladores, Física de camaleones, Metadrones, Gestas, 300 versos para la construcción de un protocyborg orgánico, Badauy Electrónico: antología de poesía komandroviana 1965-1985 y A dónde iremos cuando no quede bosque y los gatos estén durmiendo, recientemente publicado.
Además, participó en diversas antologías como Últimos coros para la tierra prometida: 40 poetas jóvenes del Estado de México (FCE), Guasap: 15 poetas mexicanos súper actuales, Estrategia del poema, Por qué escribo, Página 1: antología de narradores y poetas en Querétaro y como prologuista en X8 (o, este maldito gato), de Martín García López.
Condujo, durante un tiempo considerable, un programa llamado Iridiscencia Programada, a través de Radio Nopal, un proyecto autogestivo. Para 2025, inauguraría las residencias literarias en Casa Lago UNAM y, antes, en el marco de Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, acompañaría algunas presentaciones y charlas. El tiempo, sin embargo, tenía otros planes.
Con información de 24 Horas
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