– Testimonios revelan el peligroso recorrido hacia Estados Unidos, bajo amenazas y extorsiones –
Migrantes en tránsito hacia Estados Unidos enfrentan graves riesgos al cruzar la frontera entre Guatemala y México, donde el crimen organizado controla los puntos de movilidad y extorsiona a quienes buscan continuar su camino.
En Tecún Umán, Guatemala, los migrantes son fotografiados al abordar triciclos que sirven como transporte en la terminal de autobuses. A solo 20 minutos de un destacamento militar, esta ciudad fronteriza, donde predomina el comercio informal, se convierte en escenario de secuestros.
Raúl, un migrante, relató que fue interceptado por un hombre armado con radio que lo condujo, junto a otros extranjeros, a caminos clandestinos en Suchiate, Chiapas. Allí, debieron pagar 100 dólares para seguir avanzando. “No podía moverme por mi cuenta. Me trasladaron a una casa de seguridad, luego me subieron a otro carro”, señaló.
Durante el trayecto en un camión con 56 personas, el conductor, aparentemente bajo los efectos de drogas, perdió el control y volcó al pasar un retén de la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración. El grupo intentó huir, pero miembros del cártel los interceptaron, impidiéndoles entregarse a las autoridades.
Los migrantes fueron llevados a casas de seguridad en Suchiate, que aparentan estar abandonadas. Raúl reveló que separaron a las familias y marcaron a los migrantes con un sello de un gallo tras el pago exigido. “Había filas de 100 personas; todo estaba bien organizado”, describió.
El grupo fue trasladado por diversas rutas hasta llegar a Tapachula, donde finalmente fueron abandonados en el parque central. (Foto: Juan Luis Rod)