Lluvias y desafíos de salud frenan a caravana migrante

– Mientras los niños presentan tos, gripa y diarrea, muchos adultos enfrentan llagas y ampollas en los pies, causadas por las largas distancias recorridas diariamente –

La caravana migrante que recorre la región Istmo Costa de Chiapas se vio obligada a frenar su avance hacia el municipio de Arriaga debido a las intensas lluvias, que sorprendieron a los migrantes mientras descansaban al aire libre. 

De acuerdo con la agencia de noticias Quadratín Chiapas, el grupo espera unirse allí con otro contingente proveniente de Tuxtla Gutiérrez, que partió a principios de semana.

En la caravana viajan familias completas, muchas de ellas con niños pequeños que empiezan a sufrir las consecuencias de las condiciones extremas de su recorrido. La deshidratación es una de las principales preocupaciones debido a las altas temperaturas, y los niños también presentan tos, gripa y diarrea tras las largas caminatas y la exposición a la intemperie.

Muchos adultos enfrentan llagas y ampollas en los pies, causadas por las largas distancias recorridas diariamente. Las fuertes lluvias interrumpieron sus planes de avanzar y aumentaron el riesgo de enfermedades al mojarse, mientras se refugiaban en el parque de Escuintla, ubicado a 70 kilómetros de Tapachula.

Según Luis Rey García Villagrán, coordinador de la organización Dignificación Humana, la caravana comenzó a dividirse en grupos más pequeños, con algunos migrantes avanzando hacia el norte del país a través de localidades como Mapastepec, Pijijiapan y Tonalá. Estos grupos intentan adelantar el trayecto, algunos usando bicicletas o transporte público, debido al temor de que se cierre la frontera de Estados Unidos.

Entre los integrantes de la caravana también viajan cuatro perros de familias venezolanas. Uno de ellos es Macarena, una perrita que ha recorrido la peligrosa selva del Tapón de Darién junto a su “mamá humana”, la venezolana Lorena Gutiérrez. 

Lorena explicó que uno de sus mayores temores era el cruce de la selva y ríos caudalosos, pero ahora teme que el calor y la falta de agua afecten a Macarena, quien ha mostrado señales de cansancio en el trayecto. (Fotos: María de Jesús Peters)