EL HUACHICOL YA ES TRANSNACIONAL
Alfonso Grajales
Resulta que desde 2022 nos estaban robando petróleo –pero a lo bestia– y apenas nos enteramos gracias al IRS de Estados Unidos.
Sí, los gringos. Otra vez los de afuera nos vinieron a contar lo que aquí nadie ve o más bien, nadie quiere ver.
El truco fue fino. Disfrazaron el crudo robado como aceite usado y lo metieron por la frontera como si fuera fierro viejo. Y todo con papeles en regla, con permiso para cruzar material peligroso.
¡Qué chingón! O sea, no solo roban el petróleo de Pemex, también le hacen la tarea al SAT. Empresas fachada aquí y allá, pipas saliendo de campos mexicanos como si fueran a una excursión, y bodegas en Texas bien puestas para almacenar y revender. ¿Y nosotros? Dormidos o haciéndonos pijiji.
El operativo gringo detectó una red con olor a cártel: CJNG, Sinaloa, el Golfo… todos metiendo su cuchara. Pero aquí no pasó nada. Nadie en Pemex se enteró de que les estaban ordeñando los ductos.
¿En serio? ¿Ni una alarma? ¿Nada sospechoso? ¿O será que los de arriba también están metidos? Porque para que algo así funcione, necesitas más que choferes de pipa. Necesitas a alguien que abra la puerta desde dentro.
Y mientras nos venden discursos de rescate a Pemex, los huachicoleros se lo despachan por pipas enteras. Los operadores de la empresa gringa Arroyo Terminals ya están detenidos en Utah, acusados de lavar 300 millones de dólares. ¿Sabes cuánto es eso? Un insulto para cualquier mexicano que paga 24 pesos por litro de gasolina.
Pero lo más grave no es que se lo roben. Es que lo mezclan con gasolina legal, lo revenden en gringolandia y luego lo exportan a Japón, Emiratos, Nigeria, Turquía e India con etiquetas de aceite reciclado.
¡Pa’ su mecha! El crimen organizado mexicano ahora es proveedor internacional de energía. Eso sí, bien disfrazadito de empresario.
¿Y los políticos? Calladitos. Porque mientras haya lana en sus bolsillos, ¿qué más da si desaparecen millones de litros? A ellos les vale un reverendo cacahuate. Hablan de soberanía energética, pero Pemex es como una cubeta con hoyo: lo que ingresa por un lado se va por otro.
Esto ya no es huachicol, es un sistema paralelo de exportación petrolera. El gobierno lo sabe. Pemex lo sabe. Pero nadie mueve un dedo. Porque este robo, tan bien armado, no se hace sin protección de alto nivel.
Y mientras tanto, tú y yo seguimos pagando la gasolina más cara, la luz más cara y el cinismo más descarado. Ya ni la amuelan.
Nos leemos pronto.
ESPINACAS
Por Popeye
El huachicol ya es transnacional,
lo venden con sello oficial.
Y mientras el pueblo suda en la fila…
¡El crimen factura desde la silla!
¡Seco el elotazo…!