Criticar con el lodo hasta el cuello

CRITICAR CON EL LODO HASTA EL CUELLO

Alfonso Grajales

A Miguel Ángel Zárate Izquierdo le dio por salir del sarcófago político en el que andaba y aventarse la puntada de acusar públicamente al ayuntamiento que encabeza Ángel Torres Culebro de haber dejado morir al río Sabinal. 

Según él, el cauce que ya se había rescatado —porque él lo vio, dice— hoy otra vez está más negro que conciencia de político en campaña, y los peces, pobrecitos, “se mueren o se van para otro lado”.

¿Y quién fue a decirlo? Pues él. El que un día dijo querer al río como si fuera de la familia y ahora, a falta de reflector, le quiere sacar jugo político al lodo. Dice que ya hasta escombro hay en el cauce, que da lástima, que la gente que vive cerca ya pide auxilio. 

Pues sí, pero también da lástima que Zárate pretenda darnos clases de ecología cuando ni su historial huele a limpio.

Porque mientras él anda tirando piedras, su exjefe Carlos Morales Vázquez compartió apenas este mes en redes —muy emocionado— un video donde el Sabinal parece acuario de parque temático, con peces nadando, crías vivas y hasta nidos con huevecillos. ¿Entonces? ¿Está muerto el río o estamos nomás viendo cómo se sacan los trapitos entre cuates?

Y aquí es donde vale la pena preguntar ¿con qué cara Miguel Ángel se atreve a criticar? Porque no hay que olvidar que cuando fue secretario de Desarrollo Social del municipio, en 2021 protagonizó un gran argüende: entró en su vehículo al Parque Convivencia Infantil, al parecer bien servido de alcohol, agredió a locatarios, dejó cervezas en el coche y terminó refugiado en oficinas municipales para que no lo entrevistaran. No lo digo yo, lo dijeron un titipuchal de medios, entre ellos Alerta Chiapas y México de Verdad, que conste eh.

Se dijo que lo destituyeron. ¡Ajá! Pero al poco tiempo andaba de nuevo pegado a Carlos Morales, como si nada. Luego brincó a la campaña de Aquiles Espinosa como coordinador de gabinete, con todo y recursos y personal del Ayuntamiento, según los quejosos. O sea, puro reciclaje político. Se fue acomodando poco a poco, como buen muñeco de aparador.

Y ahora, desde su sillón de regidor, lanza dardos contra la actual administración. 

Sé que seguramente el señor Zárate Izquierdo, siguiendo los modos de su exjefe, me va a salir con que soy chayotero, vendido y otras linduras con las que les gusta calificar a los que les dicen sus verdades. Pero se lo aclaro desde ya: no conozco a Ángel Torres, ni tengo veladora prendida en su altar, ni me cae ni bien ni mal ¡Ah! tampoco tengo trato alguno con el ayuntamiento. 

Simplemente me da coraje ver cómo se escudan en un fuero para andar diciendo puras jaladas.

Lo que fastidia es ver cómo el señor Zárate, que funge y finge como regidor gracias al dedazo de su exjefe, ahora quiera jugar al fiscal ciudadano. ¿Cree que los tuxtlecos no tenemos memoria? ¿Cree que no sabemos usar el buscador de internet para ver la cola que arrastra?

Ojo, tampoco digo que Ángel Torres sea el político más chingón y picudo que haya pisado el Palacio Municipal. Pero si ya lo sentaron ahí, al menos déjenlo gobernar sin estarle echando tierra a cada rato. Si no puede con el paquete, la gente se lo va a cobrar en su momento, pero no necesita que venga Zárate a montar el show.

Porque, así como no se limpia un río con promesas, tampoco se limpia un pasado con entrevistas. Y menos cuando ese pasado tiene cerveza en la guantera, agresiones documentadas y sospechas de campañas financiadas con recursos públicos.

El tiempo dirá si Ángel Torres hace bien su chamba o si nos va a salir igual que los anteriores. 

Pero lo que sí está clarito es que no será Miguel Ángel Zárate quien tenga autoridad moral para juzgarlo. Porque aquí, el que tiene cola larga, mejor que entienda que en boca cerrada no entran moscas… ni sale mal aliento.

Nos leemos pronto.

ESPINACAS

Por Popeye

Critica el regidor con tono severo,

pero olvida su pasado chelero.

Y aunque se vista de fiscal honrado…

trae la cola más larga… que drenaje tapado.

¡Seco el elotazo…!