Conflictos religiosos van a la alza en zonas indígenas

En la zona de los Altos de Chiapas, los conflictos religiosos han alcanzado niveles alarmantes, con familias enteras siendo expulsadas de sus comunidades debido a diferencias en la práctica religiosa. En San Juan de Los Llanos, 31 familias fueron expulsadas en 2013, sometidas a multas y castigos por no adherirse al catolicismo, según las normas del sistema normativo de usos y costumbres.

Martha «N», una sobreviviente de un conflicto religioso en Chalchihuitán, expresó su escepticismo sobre la posibilidad de lograr la paz, incluso con acuerdos celebrados. «Aunque no estén de acuerdo en aceptar, ya entregaron un acta de acuerdo. Las agresiones van a continuar», advirtió.

Monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, recientemente nombrado Arzobispo en Tuxtla Gutiérrez, destacó los esfuerzos de la Iglesia para resolver estos conflictos, aunque con resultados limitados. «Estamos disponibles a colaborar, a buscar que nos escuchemos mutuamente, nadie, ni persona, ni grupo, que sepamos reconocer los propios defectos, y superarlos», afirmó.

Los conflictos religiosos en la región no se limitan a disputas entre católicos y evangélicos. También operan grupos armados que generan inseguridad en la población. En 11 municipios de Chiapas, se han identificado al menos 30 conflictos religiosos, afectando a más de mil personas.

Chiapas, caracterizado por su diversidad religiosa, presenta un panorama complejo: el 53.9% de la población es católica, el 32.4% es protestante o cristiano-evangélico, y el 12.5% no profesa ninguna religión, según el último censo del Inegi.

Cecilia López, presidenta de la Comisión de los Pueblos Originarios, destaca la necesidad de abordar estos problemas mediante políticas públicas. «Son familias que sufren, hay familias que hoy en día les está costando la vida. Esos temas se tienen que resolver estableciendo políticas públicas», subraya.

Aunque el Congreso del Estado cuenta con una Comisión especial que atiende los Asuntos Religiosos, los resultados hasta ahora han sido limitados, y los conflictos religiosos persisten y se agravan con el tiempo. En estos enfrentamientos se registraron cuatro heridos de bala y una víctima fatal en los municipios de Chalchihuitán y Chenalhó, ambos marcados por altos niveles de pobreza.

Con información de MegaNoticias