Chiapas pone la luz y se queda en la sombra

Chiapas pone la luz y se queda en la sombra

Alfonso Grajales

El subsidio de luz de verano arrancó este primero de mayo y la CFE no tardó en presumir que le está echando la mano a millones de familias en México. Que si la tarifa 1F, que si el calorón, que si el ahorro del 35 por ciento en el recibo. Muy bien, aplaudimos. Pero, ¿y Chiapas qué, cabrones?

Chiapas es el estado que pone la casa, los frijoles y hasta la olla, pero ni una pinche silla le dan para sentarse. 

Genera un titipuchal de la energía hidroeléctrica del país ¿No me creen? Ahí están las presas Malpaso, La Angostura, Chicoasén y Peñitas, todas funcionando día y noche, exprimiendo los ríos y llenando las líneas de transmisión. 

Y mientras allá en Monterrey prenden el clima como si nada, acá en Chiapas hay pueblos que siguen alumbrándose con veladoras. No es broma, es una mentada de madre.

El subsidio de verano se da en estados donde el termómetro revienta, como Baja California, Sonora, Sinaloa y Nayarit, pero Chiapas, que también anda en los 35 grados a la sombra, ni en la lista aparece.

¿Será que en Hacienda creen que acá seguimos echándonos un coyotito bajo la ceiba con un pozol en la mano? ¿O que porque hablamos tsotsil y tojolabal no sentimos calor?

Dicen que el subsidio aplica automático, sin trámites. ¡Qué chido! 

Pero ¿cómo explicas que en un estado que produce tanta energía no haya red eléctrica en decenas de comunidades? ¿Cómo carajos justificas que haya apagones, que los transformadores anden chispeando como arbolito navideño y que el recibo llegue cobrándote como si tuvieras una maquiladora en el patio?

Y espérate, que cuando uno reclama, la CFE se hace pijiji: “eso es asunto de Hacienda”, “es que no está en el presupuesto”, “aguanta vara”. Pues no, señores. Ya estuvo bueno de hacerse güeyes. 

Aquí lo que hay es abuso, falta de voluntad y una política energética que hiede a centralismo podrido. Porque mientras más lejos estás de Palacio Nacional, más oscuro está el panorama.

El subsidio de verano va de mayo a octubre. La tarifa baja para quienes no se pasan de consumo. Y sí, en papel suena bien bonito. Pero eso no es justicia, es caridad selectiva. Ahora resulta que hasta el calor se subsidia con favoritismo. ¡No jodan!

Chiapas no pide regalos, pide respeto. Si ya estamos manteniendo la fiesta eléctrica, lo mínimo es que nos inviten a bailar. Y no con la lámpara fundida ni con el recibo hasta el tope. 

Queremos luz, pero también equidad. Queremos servicio digno, no favores a cuenta gotas. Queremos que la CFE se baje del pedestal y se acuerde que acá también vivimos mexicanos, no solo estadísticas.

Así que pónganse las pilas, porque si no, a este paso, lo único que va a iluminar Chiapas serán las veladoras, pero del coraje.

ESPINACAS

Por Popeye

Chiapas da luz, pero nadie lo nombra,

enciende al país… y se queda en la sombra.

Y si preguntas por qué no hay subsidio…

te contestan con ruido… y con fastidio.

¡Seco el elotazo…!