CAMPAÑAS CON FILTRO, VOTOS SIN CEREBRO
Alfonso Grajales Cano
Las campañas ya empezaron con el cochinero que Morena impuso en el Poder Judicial. Y no empezaron con propuestas ni debates, empezaron con TikToks, hashtags inflados y videos llenos de filtros, mentiras y coreografías pendejas. Porque ahora resulta que los nuevos picudos políticos son los influencers de a peso, los que ayer vendían gomitas para adelgazar y hoy juran que saben cómo salvar al país ¡No me jodan!
¿Dónde quedó la política seria? Sepa la bola. Hoy todo es más fácil si tienes cara bonita, buena luz y un celular. Lo que importa no es lo que dices, sino cómo lo editas. La democracia está siendo secuestrada por güeyes que bailan, señoras que lloran en vivo y bots que repiten el mismo mensaje mil veces hasta que parece verdad. La verdad es que nos están empinando con likes y nadie se está dando cuenta.
Mientras tú crees que estás decidiendo con libertad, el algoritmo ya te eligió candidato. Te va dosificando “verdades”, te acomoda el feed, te satura de eslóganes disfrazados de opinión y te manda el contenido “que te interesa”. Que no te engañen: eso no es libertad de expresión, es manipulación disfrazada de entretenimiento.
Y no faltará quien diga que “regular es censura”. Híjole. ¿Y entonces qué? ¿Dejamos que nos metan veneno por los ojos nomás porque “cada quien dice lo que quiere”? Pues no, compitas. Una cosa es opinar, otra muy distinta es mentir con alevosía y ventaja. ¿O qué? ¿Vamos a seguir haciéndonos pato mientras candidatos falsos con seguidores falsos ganan elecciones de a mentiritas?
Las plataformas dicen que se están regulando solitas. Ajá. Facebook armó un programa “educativo” en alianza con el INE y TikTok ya “revisa” contenidos. Como si eso fuera suficiente. Es como dejar que un borracho se haga su propio antidoping.
Y mientras tanto, los bots trabajan día y noche. Campañas negras, fake news, granjas digitales con sueldo y horario, y un montón de cuentas falsas que solo sirven para aventar lodo. La guerra ya no es de ideas, es de memes. Y la verdad, la mayoría están más vacíos que cualquier promesa de campaña de Morena.
¿Quién va a ponerle un alto a esto? ¿El gobierno? No lo creo. Están más ocupados viendo cuántos likes tienen sus mañaneras. ¿Las plataformas? Menos. Mientras el algoritmo facture, que se joda el mundo. Y nosotros, felices, compartiendo basura.
Y así vamos, como el perro de las dos tortas: entre la libertad y el caos. Entre el derecho a expresarte y el derecho a no ser manipulado. Pero si no hacemos nada, este año y en 2027 vamos a votar por quien tenga más seguidores, no por el que tenga más cerebro. Y ahí sí ya nos cargó el payaso.
Y si este texto no te salió en tu feed, es porque el algoritmo pensó que estabas mejor viendo a un cabrón bailando mientras promociona a un corrupto. Así de jodido está el asunto. Nos leemos pronto.
ESPINACAS
Por Popeye
Nos gobiernan güeyes con buen encuadre,
que saben bailar, pero no dar ni madre.
Y si el algoritmo elige al ganador…
prepárate, país, para un futuro peor.
¡Seco el elotazo…!