– La empresa afirma que el incidente fue contenido, aunque vecinos de Copoya siguen inconformes por la contaminación –
Luego de la clausura parcial del punto de descarga de lixiviados en el relleno sanitario de Tuxtla Gutiérrez, operado por Veolia, la empresa responsabilizó a las lluvias torrenciales del derrame registrado en uno de los cárcamos. A través de un comunicado, sostuvo que el impacto ambiental fue contenido de inmediato por sus equipos técnicos.
Según explicó, las precipitaciones de días pasados superaron la capacidad de captación, lo que generó el desbordamiento. Añadió que desde el primer momento se activaron protocolos para mitigar posibles daños. En el sitio ya se encuentran cuadrillas especializadas que realizan limpieza, desazolve y trabajos correctivos.
Veolia indicó que, hasta ahora, “el impacto ambiental debe ser determinado mediante los procesos técnicos y legales correspondientes”. También aseguró que el derrame no afectó la operación general del relleno sanitario, el cual sigue funcionando bajo los estándares establecidos.
Este posicionamiento se dio en medio del malestar de vecinos del ejido Copoya, quienes el pasado 9 de junio bloquearon el paso de camiones recolectores como protesta por la contaminación. Aunque se levantó la protesta tras acordar una mesa de diálogo con el Gobierno del Estado, el descontento persiste.
Mientras tanto, la empresa reiteró su “compromiso con el cumplimiento normativo” y su política de responsabilidad ambiental. Sin embargo, los habitantes y sus representantes legales exigen acciones concretas por parte de las autoridades ambientales para evitar más afectaciones en la zona. (Foto: Especial)