• El estadio ha sido oficialmente certificado por la Federación Mexicana de Futbol para albergar a un tercer equipo en la Segunda División
El mítico Estadio Flor del Sospó, ubicado en el corazón de Tuxtla Gutiérrez, vuelve a colocarse en el centro de la escena futbolística nacional. Con una historia vibrante que se remonta a los años 80, el “Sospó” es mucho más que un recinto deportivo: es un símbolo de identidad, tradición y pasión futbolera.
Hoy, esa mística renace con más fuerza gracias a la buena campaña de los Estudiantes, un equipo con mucha garra y esfuerzo en la tercera división que ahora sueña con el ascenso. No es casualidad que el actual auxiliar técnico del club, Miguel Casanova Velasco, haya sido campeón de goleo en la temporada 1982-1983 en este mismo estadio, desde donde fue catapultado a la Primera División. Hoy, su legado inspira a una nueva generación que busca seguir sus pasos.
El Estadio Flor del Sospó ha sido recientemente remodelado, recuperando su gloria con una inversión significativa en infraestructura. La renovación incluyó la instalación de un nuevo sistema de iluminación, el cambio total del césped, modernización de bancas, zona de vestidores, tribunas y áreas de servicio. A pesar de los cambios, el estadio conserva su esencia, esa que lo ha hecho un punto de encuentro para más de 6,000 aficionados que lo convierten en una verdadera caldera.
Gracias a estas mejoras, el estadio ha sido oficialmente certificado por la Federación Mexicana de Futbol para albergar a un tercer equipo en la Segunda División, sumándose así a Jaguares FC y Tapachula FC como representantes de Chiapas en el balompié nacional.
Con todo listo dentro y fuera del campo, Estudiantes se encuentra ante una oportunidad histórica de devolver al «Flor del Sospó» la grandeza de otros tiempos. La afición, la historia y ahora también la infraestructura están de su lado. El sueño del ascenso está más vivo que nunca.