2024 SERA DE TRISTE RECUERDO
Fernando Hinterholzer Diestel
El 2024 culmina con un mundo bipolar, dividido en dos bloques de países, unos donde se siguen las normas democráticas y otros donde predomina la autocracia. Vemos el nacimiento de dos estratos gubernamentales, de dos divisiones de gobiernos: los democráticos y los populistas. La contradicción es que los regímenes autoritarios que existen son resultado de elecciones libres y con resultados objetivos y confiables. Al finalizar el 2024, será recordado como el año en el que todos los progresos democráticos que México había logrado durante los últimos 40 años fueron destruidos “por una horda populista”, cuyo camino al autoritarismo y a la dictadura fue emprendida, por un movimiento político cuyo único objetivo verdadero, era la conquista del poder y el ejercicio autócrata de este.
Este año nos deja una buena cantidad de situaciones políticas y sociales que no se pueden olvidar. El país vivió un proceso electoral que lejos de ser un ejercicio pleno de democracia, empañado por la injerencia desmedida del expresidente desde su pulpito mañanero, la intromisión practicada al INE y por supuesto la millonaria asignación de dinero con fines electorales. Además, que gracias a la complicidad de los gobiernos federal y estatal aumento el control del crimen organizado en vastos territorios del país generando terror social, extorsiones, pérdidas económicas y un gran dolor en las familias, por los hijos e hijas asesinados o desaparecidos. A lo largo del año que termina, observamos la enorme corrupción en el desvío de recursos, licitaciones otorgadas a empresas relacionadas a familiares de funcionarios de alto nivel y una completa opacidad en la asignación de recursos públicos que evidenció intereses políticos.
Los trágicos sucesos generados por los desastres naturales, y la respuesta claramente insuficiente y cínica que mostraron las autoridades ante los migrantes en las fronteras, el incremento exponencial en la violencia contra mujeres, periodistas y activistas y la invisibilidad de las víctimas ante tales violencias, nos llevan a concluir, que el Gobierno Federal careció de empatía y de políticas públicas para afrontar las crisis. “La inacción, la negación o la respuesta tardía al dolor humano fueron constantes que marcaron el año”. A Pesar a los graves acontecimientos anteriores, lo que más recordaremos de este funesto 2024, fue la manera en cómo utilizaron Morena y sus rémoras, su mayoría de votos. La resolución del Tribunal Electoral para autorizar que el partido oficialista y sus aliados, lograran obtener el 74% en la Cámara de Diputados (de forma totalmente ilegítima) habiendo obtenido solamente el 53% y el uso político de la justicia para obtener los dos votos faltantes en el Senado, “tuvo como consecuencia cambios radicales en la Constitución y por consiguiente un cambio en el régimen político”.
Hablamos específicamente del consenso oficialista a la Reforma Judicial, que devasto las bases de autonomía del poder constitucional y la eliminación de siete de los órganos autónomos, fueron las modificaciones más relevantes a nuestra Carta Magna desde 1917, ya que se modificaron los equilibrios constitucionales, se concentró el poder en un solo partido, y se acabó con un régimen donde el poder tenía contrapesos y podía ser sujeto a control. Hoy en día, la defensa contra la injusticia y la tiranía del poder para los ciudadanos en general, es inexistente. Dicho en palabras simples y llanas, esto es “el inicio de una autocracia”, donde el poder real está concentrado en el Ejecutivo. Sin embargo, en la práctica el expresidente dejó un legado maldito, al compartir el poder entre el Ejecutivo, los militares y el crimen organizado.
La inseguridad desbordada. Uno de los temas donde no ha dado resultados el actual régimen ha sido en la seguridad. La pasada administración le heredó a la actual, cerca de 200 mil personas asesinadas y más de 50 mil desaparecidas, además de un incremento del 45% en delitos como la extorsión. A esta ola se suma la violencia que predomina en todo el territorio nacional. Bandas delincuenciales están disputándose “la plaza” en Sinaloa, en Chiapas, en Guerrero, en Michoacán o en Oaxaca, sólo por mencionar algunas entidades. La complacencia de las autoridades con el crimen organizado tiene sumido al norte, al sur y al centro del país en una serie de asesinatos en lugares públicos a manos de sicarios. Y seguimos viendo imágenes de las madres buscadoras pidiendo apoyo para buscar a sus desaparecidos.
Un México sin democracia y regresando a un régimen autoritario es la realidad que enfrentaremos durante 2025. Tendremos una economía que crecerá poco si hay suerte o caerá en una recesión en caso contrario debido a factores internos y externos, en que la inseguridad continuara a pesar de los esfuerzos de García Harfuch, las muertes y la extorsión se han normalizado. El futuro de la violencia en México dependerá en gran medida de la capacidad del Estado para responder de manera efectiva a estos retos. La inversión en tecnología e inteligencia para combatir al crimen organizado, combinada con una estrategia robusta de prevención social, será esencial. Sin embargo, las soluciones no pueden centrarse exclusivamente en el aparato de seguridad. La educación, el empleo y la cohesión social son pilares fundamentales para construir comunidades más resilientes y menos vulnerables al impacto del crimen.
Pero el gran desafío para el país en 2025 es la llegada de Donald Trump a la presidencia de EU. Y ya desde antes de llegar al cargo, nos ha venido amenazando, con imponernos aranceles, con cierres de la frontera, y con intervenciones y ataques a los carteles criminales que operan en el país. La presidente Sheinbaum ha declarado que México responderá de la misma manera, lo que no ha señalado es que esas medidas nos afectarán varias veces más que a los EU. Seremos obligado a aceptar sus condiciones degradantes y muy desfavorables. Y hay que recordar que dichas amenazas que anuncia Trump son consecuencia de las estúpidas políticas tomadas por López Obrador, ya que durante su sexenio se permitió el multitudinario tránsito de migrantes hacia Estados Unidos. Fue también durante su administración y por la la tolerancia y complicidad con el Cártel de Sinaloa que se llevó a cabo, la exportación masiva de fentanilo hacia nuestro vecino país del norte. Trump nos amenaza ahora porque la 4T, no pudo aplicar la ley en México, y las consecuencias de ello las padeceremos muy pronto.
Y ahora, el nuevo gobierno pide la unidad de todos los mexicanos para enfrentar al nuevo presidente norteamericano. Vaya paradoja, después de seis años de aguantar insultos y amenazas desde “el pulpito mañanero”, ahora piden la unidad, quieren que cerremos filas para enfrentar los errores cometidos por el gobierno de Morena. Un gobierno que gano en las urnas, gracias a la compra de votos generalizada, y que ahora solicita que les ayudemos a enfrentar el desafío del nuevo gobierno norteamericano. Después de haber arrasado la legalidad constitucional, de haber destruido los cimientos democráticos del país, de haber acabado con el Poder Judicial e insultado a los medios de comunicación críticos a su gobierno, nos vienen con la nueva de que debemos apoyar a los que provocaron esta situación. Antes de pedir unidad, el gobierno de Sheinbaum deberá mostrar señales claras de acercamiento hacia todos (activistas, periodistas, colectivos feministas, madres buscadoras, intelectuales, científicos y un largo etcétera), los que durante años sufrieron las agresiones del gobierno obradorista y de su heredera. Debemos tenerlo claro: quien hoy pide unidad es el gobierno que asesinó la democracia en México.
ES CUANTO
ADDENDUM: El gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez, comienza a cumplir su promesa de campaña, ir en contra de la inseguridad en esa entidad. Durante los primeros días de su gobierno se han detenido más de 300 criminales, de las cuales muchos de ellos, resultaron ser empleados públicos. Este dato expone la magnitud de la corrupción y la infiltración de grupos criminales en las instituciones del estado. También evidencian el abandono y la complicidad que marcaron la administración de su antecesor, Rutilio Escandón. El nuevo gobernante chiapaneco enfrenta un reto monumental, su estrategia va por buen camino, aunque su éxito dependerá de la capacidad para implementar reformas estructurales que fortalezcan las instituciones locales y será fundamental que su gobierno se coordine permanentemente en la SSC federal, la Sedena, la Semar y la GN, además de enfocarse no sólo en los síntomas del problema, sino también en atacar las causas profundas que permiten el crecimiento del crimen organizado. El sábado anterior, liberaron las carreteras de Frontera Comalapa a Chicomuselo, y la que llega a la Mesilla, que tenían más de tres años bloqueadas por los grupos de criminales que operan en la región.