Instituciones de Educación Superior

EN LA OPINIÓN DE…

Manuel Zepeda Ramos

INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR

He visto el desenvolvimiento en el Congreso de la Unión de la presentación del presupuesto del próximo año en voz del secretario de hacienda.

También he visto la reacción inmediata de la universidad pública más importante de América Latina, la UNAM, respecto a su presupuesto anual al señalar que su disminución afectará a las becas de los estudiantes y a la tasa de crecimiento de su matrícula. La respuesta de su comunidad -y otra más rápida de hacienda para decir que no habrá tal-, no se hizo esperar. 

La Universidad Autónoma Metropolitana también hizo lo mismo y hacienda también reaccionó. Y el Instituto Politécnico Nacional -IPN-, por lo consiguiente: tuvo otra respuesta satisfactoria de hacienda.

Las grandes instituciones educativas de la capital de la república recibieron respuestas de pisa y corre en lapsus de tiempo inimaginables, que alguien pudiera imaginar que por temor. 

Qué bueno que así fue, para la buena salud presupuestaria de las Instituciones de Educación Superior de la zona metropolitana.

¿Y las otras, las de provincia, las que están ubicadas en las entidades federativas y que también educan a futuros profesionales mexicanos y también hacen investigación científica para beneficio del desarrollo nacional y difusión cultural para que los habitantes de sus zonas de influencia tengan una visión optimista de la vida y un aprendizaje no formal, necesario? 

¿Esas universidades no interesan?

También he visto la respuesta en tribuna de la oposición en la cámara de diputados, respuesta valiente, de gran preocupación, preguntando por la Universidad Pedagógica o la Antonio Narro de Saltillo. Y hasta allí. No más pronunciamientos.

Me preocupa.

¿Qué hacen las autoridades de las Instituciones de Educación Superior del interior de México que representan a grandes escuelas que así se consideraron desde 1918 cuando en la ciudad de Córdoba, en Argentina, se acordó con representantes de la inteligencia latinoamericana de aquella época que fueran esas instituciones las formadoras de profesionales, las investigadoras del conocimiento científico y las difusoras de la cultura, naciendo así la Universidad Latinoamericana desde hace más de un siglo?

¿Dónde están? ¿Les comió la lengua el gato?

Me da mucha tristeza.

El próximo año, la Universidad Veracruzana habrá de cambiar a su próximo Rector.

Como siempre, habrá movilizaciones de la inteligencia en donde la comunidad universitaria de todas sus regiones instaladas en las zonas metropolitanas de Veracruz gracias a la visión de futuro de Roberto Bravo Garzón, habrá de pronunciarse por quienes crean que pueda ser y la Junta de Gobierno deliberar con aplomo y visión por quien será su próximo Rector.

El que habrá de ser, deberá tener cualidades que pocos alcanzan:

Grados académicos de prestigio.

Conocimiento profundo de la enseñanza.

Investigador del conocimiento científico desarrollado durante su período profesional dentro de la Universidad Veracruzana.

Un respeto profundo por la innovación y por la vinculación cotidiana de la comunidad universitaria al desarrollo de Veracruz. 

Reconocimiento amplio a la gran riqueza cultural de este pueblo de pueblos que es Veracruz, de sus grupos artísticos y su aportación indudable al fortalecimiento de la cultura veracruzana ante México y el Mundo.

Vienen tiempos importantes para nuestra Universidad Veracruzana, tan querida y respetada.

Esperemos que llegue a las Lomas del Estadio un buen Rector.