Ruidos al Ángel de Tuxtla

Í N D I C E 

Ruperto Portela Alvarado

LOS NOMBRAMIENTOS CHAFAS

Uno de tantos choques y desacuerdos de la ciudadanía con el gobierno, es precisamente cuando el que ejerce el poder decide y nombra a sus colaboradores en diversos cargos, ya sea del Federal, Estatal o Municipal. Eso fue lo que sucedió en el caso de un personaje de negro historial como es JOSÉ ABDUL ORENDAIN DE LOS REYES, quien fuera nombrado director de Tránsito en el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, con negro historial.

La nota la dio en primera instancia VINICIO PORTELA HERNÁNDEZ, pero la vi después en la “Opinión” de mi Subcompadre MARCO GONZÁLEZ LÓPEZ y el comentario de mi amigo WALTER D. RINCÓN ROVELO, haciendo la exposición de un sujeto de pésimos antecedentes en su hoja de servicio y personal, en la Ciudad de México, el Estado de México, Puebla e inclusive en Chiapas donde se le acusa de graves delitos como el de tortura y extorsión cuando fue Ministerio Público en la desaparecida Procuraduría General de la República.

A estas alturas del trascendido, pareciera que este comentario es fuera de tiempo porque JOSÉ ABDUL ORENDAIN DE LOS REYES, ya fue destituido del cargo de director de Tránsito Municipal en el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez por el alcalde ÁNGEL TORRES CULEBRO, a quien le hizo mucho ruido el comentario de los periodistas que en un momento se convirtió en el escándalo de la semana.

Claro que hubo escándalo por este asunto de JOSÉ ABDUL desde que se le señaló por graves delitos del pasado que no pueden pasar desapercibidos en el presente, porque “perro que come pico, ni aunque le quemen los güevos”. Hay que destacar que el “Ángel de Tuxtla” y nuevo comunicador del día, actuó de inmediato, “gobernando con los medios”, como diría el Gobernador Electo EDUARDO RAMÍREZ AGUILARy procedió a destituir al susodicho para nombrar a un nuevo Director de Tránsito en la persona de ALBERTO MORALES BERNAL.

La corrupción y extorsión en el seno de la policía y los mandos policiacos en contra de la ciudadanía o atraco al presupuesto, es una constante. Lo vimos en el pasado reciente del gobierno de MANUEL VELASCO COELLO, considerado el más sátrapa, delincuente y saqueador de las arcas de Chiapas en su período 2012-2018. Por supuesto que esto viene de mucho atrás y no se ha erradicado en el gobierno de RUTILIO CRUZ ESCANDÓN CADENAS, ni será una excepción en el próximo de EDUARDO RAMÍREZ AGUILAR, supongo.

Las pruebas de que se tiene que poner especial atención en la pulcritud, honestidad y honradez en los mandos y cuerpos policiacos, se demostró también en el municipio de San Cristóbal de las Casas, donde la Presidenta Municipal, FABIOLA RICCI DIESTEL, destituyó del cargo al Secretario de Seguridad Pública, RAFAEL E. CASTRO REYNAGA, al comprobarse que no tienen la calidad de necesaria para ocupar tan delicado cargo. Eso porque ella, la Alcaldesa llegó antes que el Secretario al lugar de los hechos de una balacera donde murió un policía.

Me es grata la noticia de la destitución de estos servidores públicos policiales, aunque nos debería dar pena y vergüenza al saber por qué fueron renunciados: corrupción y colusión con la delincuencia organizada, cometer delitos que van desde la extorsión, tortura y cobros de plaza hasta su irresponsabilidad e inutilidad. Por cierto, me pregunto: ¿para qué sirve el Centro de Control de Confianza?, o si de verdad los policías, cuerpos de seguridad y procuración de justicia se someten a los exámenes requeridos para acceder a un cargo.

Ya con estos dos ejemplos de corrupción y denuncia a funcionarios recientemente nombrados en los Ayuntamientos de Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas, que fueron destituidos recientemente, el Gobernador Electo de Chiapas, OSCAR EDUARDO RAMÍREZ AGUILAR, deberá poner su barbas a remojar en el sentido de analizar bien con quien se junta o nombrar en cargos importantes de la administración pública como el del Tribunal Superior de Justicia al que aspira y dice que va, JUAN CARLOS MORENO GUILLÉN, el testaferro de PABLO ABNER SALAZAR MENDIGUCHÍA.

Creo que cada uno de los funcionarios –para que funcionen— tiene que pasar por un tamiz de control de confianza; análisis de su hoja de servicio público o de vida honesta, capaz y conocimiento de la materia a la que se le encargue. Que no suceda lo mismo de siempre…

Se acabó el mecate… Y ES TODO…